jueves, 19 de marzo de 2009

El lince, la iglesia, el aborto... ¡Viva la vida!

Tres ejemplares de la especie animal más amenzada del planeta -el lince ibérico- nacieron anoche en Doñana. Mientras, la Conferencia Episcopal Española ponía en marcha una campaña publicitaria en contra del aborto en la que la iglesia compara "la protección del lince" con la "desprotección del niño" bajo el lema ¿Y yo? ¡Protege mi vida!. 1.300 vallas publicitarias en 37 ciudades muestran ya este polémico mensaje que busca posicionar a la sociedad en contra de la nueva ley sobre el derecho al aborto que prepara el gobierno socialista en España.

Todo hay que decirlo, la campaña no ha comenzado con muy buen pie. Para empezar, el animal que aparece en la fotografía no es en realidad un lince ibérico sino uno de otra especie de lince, concretamente un lince euroasiático. Pero es que tampoco el niño del cartel tiene la edad que debería tener para estar en situación de ser abortado, pero claro está que un bebé sanote provoca más compasión que un feto amorfo, y eso lo saben hasta los publicistas que han parido esta campaña.

Pero aunque parezca difícil el fondo del asunto es aún más pobre y zafio que la imagen con la que se nos presenta. Original no es precisamente apoyarse en una causa ecologista para llamar la atención sobre otra mediante comparaciones y antagonismos absurdos y simplistas.

"¿Por qué defender la naturaleza mientras millones de niños pasan hambre en el mundo?"

Todo un clásico del recurso facilón, ¿verdad? Lo cierto es que muchas de las penurias que actualmente asolan el mundo tienen como causa precisamente el hecho de que no hayamos cuidado como debieramos la naturaleza durante tanto tiempo. Puestos a comparar a ver qué os parece la siguiente imagen: a la izquierda un niño hambriento y desamparado agonizando en el corazón del África negra; a la derecha, una panorámica del inmenso patrimonio que atesora la iglesia bajo el rótulo "protegido". ¿Demagógico? ¡Por supuesto! Pero ni un ápice menos que esta desatinada campaña de la iglesia.

El caso es que la cristiandad tampoco ha hecho nunca mucho por proteger ni el medio ambiente ni a los animales salvo contadas excepciones, siempre a rajatabla con aquello de que "somos la especie elegida", y con nuestra reluciente "alma inmortal" por bandera. Por suerte el veneno de los prejuicios encuentra un fácil y eficaz antídoto a base de

HECHOS
- En nuestra sociedad la vida del ser humano está infinitamente más protegida que la vida de cualquier otra especie animal.

- Cada año millones de animales son criados, hacinados, engordados y sacrificados para que nos alimentemos con su carne. Estos animales viven desde el nacimiento en condiciones deplorables y contrarias a su naturaleza con un sufrimiento que sólo termina cuando se les mata para después despedazarlos e introducirlos en las asépticas bandejitas que encontramos en el supermercado.

- La perdida de los habitats naturales consecuencia de la sobreexplotación y mala gestión de los recursos que el ser humano lleva a cabo ha conducido a la desaparición de muchas especies animales y vegetales. (Quiero recordar por si acaso alguien lo desconoce que la extinción de una especie es algo irreversible, un adios para siempre sin vuelta atrás. Y el hombre está detrás de la mayoría de las extinciones de especies animales en el planeta ahora)

Por ello y más que nunca en este momento hay que alegrarse de que tres cachorros de lince ibérico nacieran anoche en el centro de cría de El Acebuche, dentro del parque natural de Doñana. Ha sido el primer nacimiento de la temporada de 2009, aunque para los próximos días también se espera el parto de otra hembra, otro pequeño rayo de esperanza para una especie que agoniza: el lince ibérico (lynx pardinus) está considerado el carnívoro más amenazado del planeta, y se cree que Andalucía y Castilla-La Mancha son las únicas regiones que mantienen poblaciones de la especie con oportunidades de vivir.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

El cartel es una falacia. Desde el punto de vista del ecologismo lo que se protegen son las especies no los individuos. Es decir, nos alegramos por el nacimiento de los 3 de El Acebuche, no por ésos linces particulares sino porque contribuyen a sostener la especie.

¿Estamos los humanos en peligro de extinción?, No. Por esa razón no hay que protegernos como a los linces y por ello el cartel es una mentira. Serán otras las razones para preservar la vida humana, pero nunca las que provengan del puro equilibrio entre los ecosistemas.