martes, 1 de septiembre de 2009

Pan y Circo

Cuentan que en la antigua Roma los emperadores regalaban trigo y entradas para el circo con la intención de mantener al pueblo distraído de la política. Desde entonces el circo ha cambiado un montón -los gladiadores han sido sustituidos por acróbatas y trapecistas- pero la política no tanto -los emperadores han sido sustituidos por payasos demócratas-. Basta echar un vistazo a las noticias que llegan desde dos naciones hermanas como España y Argentina, que aunque separadas por un océano se han visto unidas recientemente por el insólito afán de sus gobernantes por mantener entretenido al personal a base de circo -en su polifacética versión posmoderna- cueste lo que cueste.

Pero el precio fijado por los jerifaltes de este circo globalizado no es precisamente de rebajas: 111 millones de euros al año va a costar a los argentinos tener fútbol gratis por televisión; mientras los valencianos van a gastar 90 millones de euros para que la Formula Uno siga vendiendo humo echando humo por su ciudad.

¿Y qué pasa con la crisis? ¿No es ahora momento para la austeridad (con lo que le gusta esta palabra a la derecha española) y priorizar cuidadosamente los gastos? Resulta indignante ver cómo Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, contradice sus declaraciones anteriores ("este evento no costará un sólo euro a los valencianos") y autoriza un enorme gasto con el que busca mantener lo que para la ciudad no es más que un -tan carísimo como dudoso- tratamiento estético a base de ahumados que -supuestamente- atraerá a Valencia al pijerío de medio mundo. O sea, que Camps cree que el circo nos traerá el pan. Pero muchos opinan que no hay pan que pueda ser bueno siendo tan caro.

Mientras en Argentina la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no ha dudado en autorizar un gasto aún mayor (111 millones de euros) para el circo nacional (el fútbol) mientras a muchos les falta el dinero hasta para el indispensable "pan". Y es que en algunas zonas de Argentina el hambre hace estragos. En la provincia del Chaco por ejemplo un 35% de los niños sufre malnutrición. ¿Cómo celebrarán los goles estas gentes abandonadas sin futuro ni nada que llevarse a la boca?

(*) Fotografías de Agencia EFE y diario El Mundo

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domingo, 16 de agosto de 2009

La verdad sobre Marina de Cope

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Crimen contra el patrimonio natural en Murcia

El Gobierno de Murcia pretende urbanizar el parque natural de Cabo Cope con 40.000 plazas hoteleras y cinco nuevos campos de golf en lo que supone un salvaje ataque al patrimonio natural de la región y una sentencia de muerte para las especies protegidas que lo habitan

Pocos lugares quedan en el litoral español donde se conserve un habitat natural libre de asfalto y cemento, unos espacios escasos donde pequeñas poblaciones de animales amenazados por la extinción aún subsisten. Uno de esos lugares es el parque regional Cabo Cope y Puntas de Calnegre, cerca de Cartagena.

Se trata del lugar en el que el Gobierno regional de Murcia intenta edificar 40.000 plazas hoteleras, 11.000 viviendas unifamiliares, 5 campos de golf de 18 hoyos y 10 campos de fútbol. Además, se dragará la costa para instalar 2.000 puntos de amarre. Parecía que una monstruosidad urbanística como Marina D'or no podría repetirse otra vez pero el Gobierno de Murcia está empeñado en dejar pequeña a la ciudad de vacaciones de Oropesa de Mar.

El megaproyecto urbanístico comenzó por el tejado. Primero la autopista de peaje y un aeropuerto, ahora en construcción.

Para llegar al parque tomamos la "autopista de pillaje", una carretera que va de la nada a ninguna parte. Sale de las afueras de Cartagena y llega a Vera, en Almería, circulando en paralelo a la autopista del Mediterráneo. El megaproyecto urbanístico comenzó por el tejado. Primero la autopista de peaje y un aeropuerto, ahora en construcción.

Por el camino recorremos una serie de secarrales y salidas que no dan a ningún lado. Ni un coche en los cuatro carriles. "Esperaban que pasaran unos 7.000 coches al día pero como no pasan ni 1.500 la empresa adjudicataria ha pedido ser rescatada y que socialicemos las perdidas", cuenta Rubén. Las pintadas en los puentes señalan al culpable: "ZP ayuda a Cataluña y roba a Murcia".

Tras una hora de carretera llegamos a nuestro destino. En Cabo Cope no hay nada construido todavía. Están a la espera de los permisos de los municipios y, sobre todo, superar el recurso ante el Constitucional impulsado por los ecologistas locales. Ellos se definen como los galos de Astérix versión murciana. "Aquí lo que triunfa es comprar a los viejos con morcilla y pandereta", se lamenta Ascen.

Lo suyo tiene mérito. Cuentan que cuando acudían fuera de Murcia a las manifestaciones contra el trasvase del Ebro eran jaleados y manteados. "Somos pocos, pero somos una mosca cojonera que va retrasando cada plan urbanístico con contenciosos", dice Rubén. A cambio reciben unas cuantas amenazas de muerte. Y se les acumula el trabajo porque el 50% de los concejales de Murcia han sido imputados, casi todos por corrupción urbanística.

En lo alto de Cabo Cope hace calor pero sopla el viento. Desde aquí se puede ver el criterio con el que decidió desproteger el parque. Una enorme llanura rodeada de montañas. Se podrá construir en las zonas planas (el 64%) y sólo se dejará como espacio protegido los empinados barrancos. Los propietarios pensaron al principio que con el proyecto se forrarían pero la realidad que les espera no es tan millonaria. Sus tierras serán expropiadas por un bajo valor catastral.

A las calas casi desiertas y a los fondos marinos de la zona les espera un negro futuro. El típico paseo marítimo bordeará la costa. Un águila sobrevuela la zona buscando presas. En el lugar habitan especies protegidas: tortugas moras, halcones peregrinos, águilas perdigueras y el camachuelo trompetero. Ni son los usuarios de un campo de golf, ni importan a quienes se quieren lucrar con el último rincón de este espacio natural.

"Como no saben de medio ambiente cometen errores en el desarrollo de los proyectos. Les metemos cada leñazo", presume Rubén. El proyecto no tiene ningún viso de sostenibilidad en una comunidad autónoma que consume 2,5 veces el agua que produce. Los campos de golf están obligados a usar aguas residuales. Rubén cree que se trata de un comportamiento hipócrita, porque si te acercas a las depuradoras de los campos de golf puedes ver cómo están secas. Nadie las usa.

El Gobierno murciano está decidido a completar el proyecto. "El promotor es el propio Gobierno y su mayor dificultad es colocar como si de un puzle se tratara todo lo que quiere construir en el parque", dice Rubén.

(*) Fuente de la noticia: diario Público

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miércoles, 29 de julio de 2009

Banderas negras en la costa española

La degradación del litoral en España continúa a un ritmo alarmante pese a la crisis. 311 banderas negras ondean desde Tarifa a Finisterre bajo el salvaje viento del urbanismo hispano y sus memorables pelotazos

Ecologistas en Acción ha presentado su informe 'Banderas Negras 2009. La crisis, una oportunidad para la costa' en el que tras analizar el litoral español han otorgado 311 banderas negras a zonas con degradación ambiental alta y con graves amenazas sobre sus ecosistemas, así como 392 puntos negros a lugares con impactos puntales o de menor gravedad.

Por comunidades autónomas, Galicia encabeza esta triste clasificación con 55 banderas negras y 102 puntos negros; seguida de Andalucía (51 y 63), Comunidad Valenciana (34 y 40) y Murcia (32 y 36).

Tras analizar los puertos, el urbanismo, los vertidos y las obras realizadas en el litoral, se elaboró este informe que advierte de la desnaturalización del territorio costero. Éste supone tan sólo el 7 % del total del Estado pero concentra al 50% de la población, de ahí que los ecologistas recuerden que se encuentra muy por encima de su capacidad de carga.

Además, avisan del alarmante proceso de 'mediterranización' de la costa norte de la península: en Galicia se planean 121 puertos deportivos (unos 19.000 amarres), en Asturias 4.000 viviendas nuevas, y en Cantabria 2.500 nuevos amarres.

El responsable del Área Marina de Ecologistas en Acción, Jorge Sáez, ha asegurado que Galicia es la comunidad que más ha empeorado su situación con respecto al año pasado y ha advertido de que su previsión de futuro es "bastante mala".

Sin embargo, Sáez ha destacado que si bien en ninguna comunidad autónoma ha disminuído el número de banderas y puntos negros, sí que se nota una mejoría en el número de depuradoras, que ha aumentado en el último año, citando los casos de Algeciras y Mar Menor.

Elvira Espinosa, coordinadora de la Campaña Banderas Negras, ha criticado los 230 millones de euros invertidos por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, la mayor parte de ellos en paseos marítimos y en regeneración de playas, obras que van contra su propio Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.

De la misma manera, la coordinadora de la Campaña Banderas Negras, dice que tampoco entiende cómo en un entorno natural privilegiado de Tenerife se ha pretendido invertir 43 millones de euros para sacar adelante el Puerto de Granadilla, proyecto recientemente paralizado por la Unión Europea y que tiene enfrentados a los ciudadanos con las instituciones desde antes de la democracia.

La organización ecologista defiende que la crisis es una oportunidad para la costa, una oportunidad para cambiar el modelo social y económico del turismo. Abogan por la responsabilidad del ciudadano y de las instituciones. A la larga, avisan, "lo que no es ecológico, no es económico".

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miércoles, 22 de julio de 2009

Ser Humano


(haz click sobre la imagen para ampliarla)

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jueves, 16 de julio de 2009

Just Don't Do It

Greenpeace acusa a marcas como Nike de colaborar en la destrucción de la Selva Amazónica. Mientras, el gobierno brasileño ha aprobado una ley que legaliza la ocupación de 67 millones de hectáreas

¿Qué tienen que ver tus zapatillas deportivas con la destrucción de un ecosistema único y vital para el planeta como es la Selva Amazónica? En el informe que Greenpeace acaba de difundir bajo el título 'Sacrificando la Amazonia' (aquí la versión íntegra en inglés / aquí un resumen en español) se señala con el dedo a marcas de zapatillas como Nike o Adidas por contribuir a la destrucción de una selva de la que también depende la subsistencia de pueblos indígenas como los paracaná.

Resulta que el cuero utilizado por marcas como Adidas o Nike proviene de empresas de Vietnam y China, que a su vez compran este material a compañías brasileñas de vacuno como Bertin, que se abastece en parte con reses criadas en los grandes ranchos ("fazendas") de la Amazonia. Una cadena comercial como cualquier otra en el mundo si no fuera porque la ganadería brasileña es considerada por los grupos conservacionistas como una de las principales causas de destrucción de este paraíso de la biodiversidad: Brasil es el mayor exportador de vacuno del mundo y el 79,5% de todas las áreas en uso de la Amazonia Legal brasileña se utiliza para la cría de reses; donde antes había bosques, hoy se ven pastos sin fin en los que apenas quedan en pie aquí y allí algunas 'castanheiras'.

"La selva lo es todo para nosotros, es nuestro padre, nuestra madre, lo es todo", dice un indígena de la tribu de los paracaná. "No pensamos salir de aquí, es nuestro hogar".

En la web del grupo Bertin, desde hace unos días un comunicado rechaza las acusaciones y asegura que la empresa cumple de forma estricta las leyes brasileñas. Sin embargo, Muggiati no cree tanto en el cumplimiento de las leyes ambientales en la Amazonia, como en otras leyes que considera aquí mucho más eficaces: las del mercado. "Estas marcas tan conocidas también son cómplices de la destrucción de la selva, ellas pueden hacer mucho por la Amazonia si toman medidas para garantizar que el cuero que compran para sus zapatillas no viene de áreas deforestadas". Esto ya ha ocurrido antes; como cuando Greenpeace siguió el rastro de la soja cultivada en la Amazonia hasta los criaderos que suministran los pollos para los McNuggets de los restaurantes McDonald's. "Con la soja se ha conseguido que las empresas monitoreen las propiedades con satélites para verificar que no se cultiva en áreas deforestadas".

A orillas del río Xingu, donde ha amarrado el hidroavión de Greenpeace, todos los paracaná se han dibujado en el cuerpo gruesas rayas negras, como sombras de troncos de árboles tras las que se ocultaran. Nadiuky nunca ha comido en McDonald's ni se ha calzado unas Nike. Pero la tribu tampoco tiene mucho que ver con aquella que, cuando él tenía unos siete años, fue contactada por primera vez en 1976 por hombres blancos que llegaron con cuchillos, espejos y hamacas de regalo. Hoy todos ellos cubren su cuerpo con ropa y en la aldea hay una escuela llevada por la Fundação Nacional do Índio (FUNAI) —la fundación estatal que se encarga de la tutela de los indígenas, a los que la Ley contempla como menores de edad—. Incluso pueden ver todos juntos la tele cuando no falla el generador eléctrico y captan bien la señal. Lo que sí que no ha cambiado ha sido su dependencia del inhóspito ecosistema que les rodea: "La selva lo es todo para nosotros, es nuestro padre, nuestra madre, lo es todo", explica Nadiuky, que cuenta cómo ese cordón umbilical invisible que les une con el bosque está siendo cortado. Sus territorios han sido invadidos por hombres blancos y ya hay pastos abiertos a sólo 20 minutos en barca. "No pensamos salir de aquí, es nuestro hogar", asegura este paracaná dispuesto a defenderse con su arco y flechas si fuese necesario: "No queremos pastos, queremos árboles".

Las cabañas de hojas de palma y barro de esta tribu se vuelven insignificantes desde la ventanilla del hidroavión, hasta desaparecer engullidas por un inmenso mar de árboles. Como otras reservas indígenas, estas son tierras públicas cedidas por el Estado brasileño para la subsistencia de los paracaná y no pueden ser explotadas ni alteradas de ninguna forma. O así tendría que ocurrir. En su conjunto, tras un importante recorte de sus límites, los cerca de medio millar de paracaná en Apyterewa tienen para vivir y cazar una extensa área de 700.000 hectáreas, cuyas fronteras comienzan a ser carcomidas por la deforestación. "Hay gente que dice que es mucha tierra para tan pocos indios, pero ellos la cuidan, no como los grandes terratenientes que crían ganado", asegura el ecologista brasileño Muggiati, "yo lo que digo es que hay demasiada tierra en manos de un sólo 'fazendeiro' (hacendado)".

Como un eco que recorriera los bordes de la selva ocupados por humanos, esta es la reivindicación de muchos campesinos que viven en la Amazonia brasileña: "demasiada tierra en manos de un sólo 'fazendeiro'". Y esto explica, en parte, que a las puertas de muchas haciendas de estos terratenientes haya campamentos del movimiento de los Sin Tierra que piden su expropiación y redistribución, de acuerdo a la reforma agraria de Brasil. La situación se vuelve todavía más complicada por la poca fiabilidad de muchos de los títulos de propiedad de las tierras. Hasta no hace mucho, bastaba hacerse con unos documentos falsos y meterlos en una caja con grillos. Al cabo de un tiempo, salían transformados en unos viejos títulos llenos de agujeros de las primeras colonizaciones. Esta burda trampa da hoy nombre a los falsificadores de propiedades, "grileiros", y a la usurpación de tierras, "grilagem". Hoy estas mafias utilizan sistemas más sofisticados y la selva se vende en grandes parcelas en Internet: es el "cibergrilagem".

Todo esto ha cobrado máxima actualidad en los últimos días en Brasil por la aprobación en el Congreso y en el Senado del país de la "Medida Provisória 458/2009", una ley que supone la legalización de la mayor parte de las ocupaciones de tierras públicas de la Amazonia hasta 2004. Según Greenpeace, una superficie equivalente a 67 millones de hectáreas, más que toda España. El texto, al que se opone de manera frontal Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente del Gobierno de Lula, pretendía de forma original acabar con el caos jurídico existente con la propiedad de las tierras para a la vez introducir mayores requisitos ambientales y de reforestación. Sin embargo, la ley definitiva en la que debe estampar ahora su firma Lula es vista por los grupos conservacionistas como toda una "privatización" de la Amazonia. Así lo piensa también Marina Silva, que en el Parlamento de Brasil recordaba con rabia como Chico Mendes fue asesinado justamente por combatir el "grilagem" y las ocupaciones ahora legalizadas.

(*) Fuente de la noticia: CLEMENTE ÁLVAREZ para SOITU.ES

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viernes, 19 de junio de 2009

España sigue vendiendo muerte

Testigo directo de los horrores que la industria armamentística exporta, el fotógrafo Gervasio Sánchez denunció de forma valiente en un histórico discurso la hipocresía de esos gobernantes que se llenan la boca con la palabra paz mientras permiten que España siga fabricando y vendiendo armas a zonas en conflicto

El día 7 de mayo de 2008 el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez acudió a recoger un premio a su labor fotográfica, el prestigioso Ortega y Gasset que otorga el diario El País. Entre el numeroso público asistente al acto se encontraba la vicepresidenta del gobierno, el presidente del Senado, varios ministros, Esperanza Aguirre y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, además de todos los demás medios de prensa. Al recoger el premio Gervasio Sánchez pronunció un discurso valiente, certero, íntegro y comprometido en el que denunciaba la hipocresía de los gobernantes españoles respecto a la industria armamentística nacional, la cual seguía y sigue suministrando material a zonas en conflicto, convirtiéndonos en cómplices de miles de muertes cada año. Obviamente y atendiendo a la escasa repercusión que tuvo en los medios este discurso muchos hubieran preferido que Gervasio hubiera mantenido la boca cerrada, y actuaron para silenciar sus palabras dentro de lo posible en lo que supuso un acto de censura vergonzante. Me avergüenzo de estos políticos, pero aún más de una clase periodística vendida y cobarde.

Para el recuerdo y la reflexión aquí dejo las valientes palabras de una ilustre excepción dentro del panorama periodístico español: Gervasio Sánchez.


VIDAS MINADAS
Estimados miembros del jurado, señoras y señores: Es para mí un gran honor recibir el Premio “Ortega y Gasset” de Fotografía, convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.

Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los de aguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.

No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto “Vidas Minadas”, al que pertenece la fotografía premiada, tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.

Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de
una explosión a los ocho años.

Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.

Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película “Cuentos de la luna pálida” de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de las minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles, desde el inicio de la transición, encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabricamos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo, y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King, me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias

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martes, 16 de junio de 2009

Receta contra el cambio climático

El pionero del cambio climático Wallace S. Broecker llega a España con una receta para afrontarlo: reducir el consumo, capturar CO2 y potenciar las energías renovables

El padre de la teoría del cambio climático, Wallace S. Broecker, pasó este lunes por Madrid para recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento , del que ha sido ganador en la categoría de Cambio Climático. Precisamente un 15 de junio, pero de 1952, este activista confeso comenzaba a trabajar en el Observatorio Terrestre de la Universidad de Columbia (EEUU), donde hoy es catedrático. Perfecto conocedor de la evolución del clima y la química de los océanos, Broecker fue el primer científico que, en 1975, definió el cambio climático en un artículo de la revista Science.

El científico estadounidense está convencido de que las energías renovables no van a conseguir producir la energía suficiente para poder sustituir a los combustibles fósiles, al menos en los próximos 50 años. Durante ese tiempo, las necesidades de energía se van a ir incrementando exponencialmente, multiplicadas por el desarrollo de economías emergentes. Y, con ellas, crecerán las emisiones de dióxido de carbono.

Broecker señala que "los grandes cambios climáticos se han negociado de algún modo en los océanos, en la cantidad de CO2 que estos absorben de la atmósfera. Pero los océanos únicamente son capaces de captar el 35% del CO2, por lo que, a ese ritmo, hasta el año 2075 en el mejor de los casos, no serían capaces de enfriar el planeta".

En este contexto, el experto ve como única alternativa un sistema híbrido, en el que, por un lado, se siga impulsando el desarrollo de las energías alternativas y, al mismo tiempo, se capture CO2 de la atmósfera. Más aún teniendo en cuenta que, en su opinión, "es necesario reducir las emisiones de CO2 en un 90%".

Para defender esta teoría, Broecker se apoya en las investigaciones de su colega de la Universidad de Columbia Klaus Lackner, que ha desarrollado un sistema mediante el cual es posible capturar el dióxido de carbono.

DESTINO: LOS ACUÍFEROS
El almacenamiento podría realizarse en los acuíferos de agua dulce, en el fondo marino, inyectándolo en las rocas basálticas o en las regiones polares, pero esta es la opción más remota. "La ventaja de los acuíferos", señala el experto, "es que todos los países poseen algunos y no serían necesarios tratados internacionales". Precisamente Noruega, según indica Broecker, "lleva cerca de siete años almacenando CO2 en un acuífero arenoso debajo del mar del Norte, con resultados bastante satisfactorios".

Broecker explica que los países industrializados han emitido ya mucho CO2, especialmente EEUU, y hay que hacerse "responsable de ello. Es necesaria la creación de una agencia internacional que se ponga ya manos a la obra", añade.

El científico precisa que la Unión Europea ya ha mantenido importantes reuniones para desbloquear presupuestos destinados a este propósito. No obstante, asegura: "El asesor científico del presidente Obama me dijo en persona que se prevé la puesta en marcha de 50 proyectos pilotos para capturar CO2". De hecho, el propio Broecker participa en uno de estos programas en Islandia.

El próximo mes de diciembre se celebra la Cumbre de Copenhague, en la que se deberían definir los límites de emisión de CO2 de cada país para sustituir el Protocolo de Kioto. El experto cree que, a diferencia de lo que pasó en otras cumbres, "esta vez la aportación de EEUU será positiva". Subraya, en todo caso, que es necesaria la concienciación de países como China, además de superar barreras políticas de antaño, "como las del bufón que teníamos de presidente y que se encomendaba únicamente a lo que le dictaba su señor", ironiza, en referencia al ex presidente de EEUU, George W. Bush.

MÁS GRAVE PARA EL HEMISFÉRIO NORTE
En la actualidad, los últimos estudios paleoclimáticos que dirige Broecker desde hace un año y medio se encaminan a demostrar que el clima puede sufrir bruscos cambios en períodos, incluso inferiores a 20 años. Basándose en datos de lagos cerrados y de las estalagmitas en cuevas, el científico desarrolla patrones de precipitaciones, "que se van reduciendo; a diferencia de lo que sucedió en la época glacial, el ecuador térmico se moverá hacia el hemisferio norte, que se calentará más, moviendo consigo las precipitaciones".

(*) Fuente de la noticia: David Bollero para diario Público

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jueves, 11 de junio de 2009

El fín no justifica los medios

Varios centenares de árboles de una zona de alto valor ecológico cercana al Parque Nacional de Ordesa han sido talados con la excusa de un cortafuegos

Los bosques necesitan protección, eso es un hecho. El desarrollo brutal del ser humano durante las últimas décadas no se ha producido de forma gratuíta sino a costa de una injustificable e irreversible degradación del entorno natural. Hemos de ser conscientes de que nuestro patrimonio natural ha sido expoliado, esquilmado y degradado hasta tal punto que sólo un pequeño porcentaje de esos antiguos bosques que cubrían la península de costa a costa permanecen en un estado aceptable de conservación. Es por ello normal que muchas especies animales que los habitaban hayan desaparecido ya o se encuentren en peligro de extinción. Teniendo en cuenta la gravedad de estos hechos no parece de recibo que en los (arbitrarios) límites de un importante Parque Nacional como es el de Ordesa y Monte Perdido se talen centenares de árboles para realizar un cortafuegos, sobre todo si tenemos en cuenta el alto valor ecológico de la zona y la existencia de alternativas para la protección forestal frente a los incendios.

La denuncia de estos hechos ha sido efectuada por la organización Ecologistas en Acción, aportando además en su página web algunos datos interesantes que transcribo a continuación:

El bosque de pino negro (Pinus uncinata) situado en la Cresta de Diazas en la cara sur del Cañon de Ordesa, se extiende entre los 1750 m y los 2240 m y hace límite con el Parque Nacional de Ordesa y M.P., perteneciendo a su Área Periférica de Protección. Se trata (o se trataba) de una de las mejores masas forestales de pino negro en el Pirineo Central aragonés, además de uno de los pocos testigos naturales del límite superior del bosque en los Pirineos. Hacia el oeste apenas quedan masas forestales de pino negro tan bien conservadas, quizás con la excepción del bosque de Larra, ya en Navarra.

El bosque de la Cresta de Diazas tiene un gran valor ecológico, no solo como hábitat de interés comunitario de conservación prioritaria (9430 de la Directiva de Hábitats) representante del piso subalpino pirenaico, si no por su función de bosque protector, evitando la erosión del suelo en las fuertes pendientes de la alta montaña. Este tipo de bosque alberga especies tan interesantes desde el punto de vista de la conservación como el sarrio, el urogallo, el pito negro o el mochuelo boreal.

El bosque de pino negro de Diazas en concreto, ha sido y es, objeto de estudios sobre la adaptación de las especies forestales al frío de la alta montaña y el seguimiento del cambio climático. Investigadores europeos acuden anualmente a realizar investigaciones en este bosque y ha sido motivo de varias tesis doctorales. En él se ubican parcelas de estudio para el seguimiento de la biodiversidad en proyectos financiados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Pues bien, el pasado mes de mayo este excepcional bosque ha sido objeto de un aclareo salvaje totalmente injustificado. Se han talado varios centenares de árboles completamente sanos de un ecosistema subalpino de alto valor ecológico, alterando completamente la estructura del bosque. Muchos de los árboles talados se encuentran en el mismo borde superior del talud formado por una pista forestal (Foto 1), de tal forma que es previsible que, cuando las raíces mueran, todo el suelo que soportan sufra deslizamientos. En otras zonas la capa fértil de suelo tiene poca potencia (Foto 2), por lo que es muy posible que se produzca una rápida erosión y pérdida del mismo.

La destrucción que se ha consumado bajo la excusa de un cortafuegos es un auténtico expolio del patrimonio ecológico, el pretendido cortafuegos es absolutamente inoperante e improcedente, teniendo en cuenta el lugar y como se ha realizado. Es imprescindible que las personas u organismos que han proyectado, realizado y permitido esta tala salvaje, den las explicaciones técnicas necesarias y justifiquen que les ha llevado a autorizar semejante barbaridad. En el siglo XXI y en el marco de la Unión Europea en el que nos deberíamos desenvolver, este tipo de atentados no debería permitirse, ni quedar impunes.

(*) Fuente de la noticia y fotografía de Ecologistas en Acción

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miércoles, 10 de junio de 2009

¿Crisis económica o crisis ecológica?

La crisis económica analizada como consecuencia de una crisis generalizada de los recursos en un planeta agotado

Hay crisis. Todos hablan de ella. A todos nos afecta. Todos coinciden en que es grave. Pero nadie acaba de explicarnos bien lo que pasa. Los analistas académicos hablan como si sufriéramos una fiebre más o menos pasajera, un desajuste del sistema que se solucionará con alguna receta.

Pero hay otras voces. Economistas, sociólogos, pensadores de diversos ámbitos que opinan que estamos ante algo más que un desarreglo de los mercados financieros. ¿Qué crisis es ésta? Para muchos, más que una crisis económica es una crisis ecológica: no hay planeta suficiente para mantener el ritmo de vida que llevamos. El modelo de crecer y gastar, usar y tirar, explotar y contaminar llega a su fin.

«Aunque tengamos la mirada puesta en la debacle de los mercados financieros, la convulsión que estamos experimentando denota mayor hondura, remitiéndonos a los modos de producir, consumir y vivir hoy predominantes en el planeta», afirma Santiago Álvarez, director del Centro de Investigaciones para la Paz, en el último número de la revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio global.

Reputados pensadores como el economista estadounidense Jeremy Rifkin atacan sin piedad ese «modo de producir» al que se refiere Álvarez. Para Rifkin, la segunda revolución industrial, cimentada en el petróleo, el automóvil y la centralización de la electricidad llegó a su colapso a finales del siglo XX. La burbuja crediticia reciente fue un falso intento de mantener con vida un sistema muerto.

El experto estadounidense no está solo ni mucho menos. En su artículo en 'Papeles', Santiago Álvarez, catedrático de Economía Internacional y Desarrollo, recuerda que la crítica ecológica a la economía es «algo que se viene comentando desde hace más de tres décadas. La novedad es que ahora está en boca de muchos más». Álvarez escribe: «Anthony Giddens ha advertido sobre la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida señalando que los debates sobre la manera de conseguirlo son ya la preocupación fundamental de la política actual. El premio Nobel de Economía Paul Samuelson ha afirmado que esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS fue para el comunismo».

Foro sobre la crisis

En realidad, son muchos los ámbitos en los que se ofrecen otras visiones. El mes pasado, por ejemplo, la Fundación Banco Santander organizaba un foro titulado Economía y sostenibilidad donde diversos expertos debatieron sobre lo que la convocatoria definía como triple crisis: del agua, de los alimentos y de la energía. El encuentro fue la demostración de que el discurso sobre la sostenibilidad incumbe ya de la Filosofía, la Sociología o las ciencias Políticas. Lo ambiental, o lo ecosocial, son ya materia de estudio.

Uno de los ponentes del foro del Santander fue Fernando Arribas, doctor en Filosofía y profesor de Historia e Instituciones Económicas en la Universidad Rey Juan Carlos. Según él, es difícil decir si ésta es una crisis sistémica o no. «Mientras que el discurso marxista siempre ha considerado que el capitalismo es un sistema en crisis o enfermo desde su propia raíz, el pensamiento liberal-económico entiende las crisis como algo propio del sistema, cíclico y superable. Sea como sea, lo que sí está claro es que hemos llegado a un nivel insostenible en la explotación de los recursos y en la capacidad del planeta de prestar servicios ambientales», considera Arribas. Desde su punto de vista, los individuos tenemos la capacidad de tomar decisiones apropiadas, pero colectivamente solemos equivocarnos. Como sociedad consumista que somos, viene a decir Arribas, nos estamos acercando al abismo.

Hay una cuestión de fondo en todo este debate que consiste en definir bien las relaciones entre la economía y la ecología. La teoría tradicional no ha tenido en cuenta que los mercados actúan sobre una base real, la de un planeta finito y con recursos limitados. En realidad, la economía es una parte de la ecología, y no al revés. Para Luis Jiménez Herrero, director del Observatorio de la Sostenibilidad en España, una economía que pretende crecer indefinidamente en un planeta de recursos limitados está abocada al colapso. Y recuerda que hace tiempo que las corrientes de la Economía ecológica, la Economía ambiental y la Bioeconomía manejan esos conceptos.

Economía ecológica

Lo que ocurre ahora es que la realidad empieza a dar la razón al ambientalismo El profesor Óscar Carpintero, experto en Bioeconomía, opina: «Crisis económica, sí, pero también ecológica y social. Necesitamos acometer profundos cambios en los enfoques con que analizamos las relaciones entre la economía, la naturaleza y la sociedad, en el modelo de producción y consumo de la civilización industrial y en sus reglas de juego».

Ese es el asunto. Si esta crisis es una crisis ecológica, ¿cómo salir de ella? Los expertos proponen: incluir los servicios que presta el medio ambiente en las cuentas económicas, que no suelen reflejarlos. Entender que el PIB no mide el bienestar, sino el flujo de bienes y servicios y, por tanto, dejar de vivir como si fuera el único objetivo. Apostar por el decrecimiento, por la calidad frente a la cantidad. Diseñar un sistema productivo que respete los ciclos naturales de renovación de materiales y energía y vaya hacia el residuo cero.

¿Será ese 'green new Deal' que Obama propone? El profesor Fernando Arribas no está seguro de si Obama es «ese Roosevelt verde que algunos quieren ver». «Lo que está claro», afirma, «es que necesitamos uno».

OTRAS VOCES

Jorge Riechmann

El filósofo y pensador ambiental cree que hablar de crisis económica es una simpleza. «Estamos ante una crisis ecológico-social. No se trata sólo de una crisis ambiental, que es evidente, sino de algo mayor donde se entrelazan tres fenómenos. Una crisis climática antropogénica; una crisis energética y una crisis de la biodiversidad», ha declarado en una entrevista para el CIP. «Todo ello tiene que ver con la deficiente inserción de los sistemas humanos en los sistemas naturales».

Eduardo Subirats

«Esta crisis encubre un desorden civilizatorio más profundo», afirma el ensayista barcelonés en el último número de la revista Agenda Viva, editada por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. "La guerra y el calentamiento global son sus símbolos. Una guerra que se extiende globalmente sin otro enemigo real que el terror y el terrorismo que ella misma sustenta. Y un calentamiento que pone de manifiesto la irracionalidad material de la racionalidad formal de la civilización mundial».

María Novo

En Agenda Viva, la titular de la cátedra Unesco de Desarrollo Sostenible de la UNED afirma: «No podremos salir de la crisis con el mismo modelo que nos trajo a ella. El mercado global tal y como existe actualmente, es el gran enemigo de la sostenibilidad. Si algo nos ha conducido a esta situación es la búsqueda de un crecimiento económico ilimitado. La economía es un subsistema del sistema Tierra y no puede crecer indefinidamente en su interior sin comportarse como un cáncer.

Joan Martínez Alier

El catedrático de Economía de la Autónoma de Barcelona escribe en la revista Ecología política: «La economía tiene tres niveles. Está el nivel financiero que toma prestado contra el futuro. Por abajo está lo que los economistas llaman la economía real o la economía productiva. Pero en el tercer nivel está la economía real-real de los economistas ecológicos, es decir, flujos de energía y materiales, con límites físicos. Ahora no sólo hay límites en los recursos, sino también en los sumideros: el cambio climático es un ejemplo».

Víctor M. Toledo

«Dos fenómenos encabezan esta crisis de civilización: el calentamiento global y el fin de la era del petróleo», escribe el pensador mexicano en la revista del CIP. «Ahora debemos agregar la crisis provocada por la voracidad del capital. Todas son la expresión de un intrincado conjunto de procesos cuyo devenir ha durado varias décadas. La crisis de civilización que hoy vive el mundo contemporáneo sólo será superable bajo esquemas teóricos renovados y mediante acciones políticas de nuevo cuño».

José Manuel Naredo

El economista, autor de obras como Raíces económicas del deterioro económico y social declara en una entrevista a la revista Ecología política: «Lo que se llama �producción del petróleo no es más que su extracción. Se extrae para luego disipar, quemar o gastar. El término producción funciona como una pantalla que oculta lo que hace la civilización industrial. Oculta que ésta se ha separado por primera vez en la historia de la humanidad de la fotosíntesis y las producciones renovables asociadas».

(*) Noticia publicada por Pedro Cáceres en el diario El Mundo el 9 de junio de 2009

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jueves, 4 de junio de 2009

Greenpeace

ecologismo_greenpeace

Cuando el último árbol haya sido cortado...
el último río envenenado...
y el último pez muerto...
descubriremos...
que no podemos comernos el dinero.

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sábado, 16 de mayo de 2009

Acuerdo internacional para los mares

64 países han firmado en Indonesia una declaración para proteger los océanos

La primera Conferencia Mundial de los Océanos, que comenzó el pasado lunes en la ciudad de Manado, al norte de la isla indonesia de Célebes, tiene por objetivo llamar la atención internacional para que actúe también contra los efectos del calentamiento global en los mares.

Un total de 64 países, incluido Estados Unidos, han aprobado la Declaración de los Océanos de Manado. Los participantes se han comprometido a proteger los mares e instaron a la comunidad internacional a tener en cuenta su preservación en las negociaciones que se llevarán a cabo en diciembre en Copenhague. Allí tendrá lugar la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, un encuentro clave en el que está previsto elaborar un protocolo que sustituya al de Kioto, que expira en 2012.

La declaración, que no es de carácter vinculante, subraya además la necesidad de fomentar la cooperación internacional política y científica en el ámbito marino, y en este sentido, recomienda a las economías avanzadas prestar ayuda técnica y financiera a los países menos desarrollados.

Durante las negociaciones previas al acuerdo, varias naciones industrializadas, entre las que destacó Estados Unidos, se opusieron a suscribir un texto en el que la ayuda fuera imperativa, lo cual constituyó uno de los mayores escollos para alcanzar el consenso.

Asimismo, la declaración de Manado subraya la importancia de actuar para "reducir la contaminación del mar y en las zonas costeras", y aconseja llevar a cabo "estrategias de desarrollo sostenible" a nivel nacional e interregional.

Además, los países que participaron en la conferencia, recalcaron en el documento, la necesidad de aumentar la investigación oceanográfica y el intercambio de información científica entre países.

El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, hizo un discurso a favor de la protección marina y oceánica: "Es una cuestión de vida o muerte", afirmó. Millones de personas viven en zonas costeras y dependen de los recursos marinos, pero los océanos y mares están en riesgo por la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático. "Debemos frenar la destrucción de los recursos marinos y costeros, debemos protegerlos de la depredación por el ser humano y su uso excesivo, así como de las consecuencias dañinas del cambio climático. Debemos protegerlos para las futuras generaciones, para que puedan vivir libres de las cadenas de la pobreza", exhortó Yudhoyono.

La declaración final, de cinco páginas, contiene numerosas referencias a la necesidad de investigar y estudiar los océanos. Los expertos han calificado de imprescindible la búsqueda de soluciones para el deshielo de los polos, la subida del nivel de los océanos -que Naciones Unidas cifra en al menos un metro para 2100-, la acidificación de las aguas y la extinción de especies vegetales y animales.

* Fuente: EUROPA PRESS

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viernes, 15 de mayo de 2009

La polución antibiótica y sus riesgos

Uno de los mayores defectos que encuentro en la sociedad moderna es el cortoplacismo. Empezando por una clase política a la que sólo importa actuar en cuestiones que puedan mostrar sus frutos antes de las siguientes elecciones; pasando por un empresariado que únicamente busca el beneficio inmediato y fugaz sin preocuparse de crear y consolidar verdaderamente los proyectos; todos seguimos en mayor o menor medida un leit motiv que Queen ya nos grabó en el subconsciente (musicalmente hablando) con aquel famoso estribillo: I want it all, and I want it now

Cada primavera el árbol del cortoplacismo sigue dando sus frutos. Encontramos una nueva cosecha y el ramaje se ve hermoso, ¿por qué preocuparnos? Tristemente y donde nadie las puede ver las raíces se han ido pudriendo, y en vano será ya actuar cuando los efectos de esta degradación se dejen notar a nuestra vista.

El cambio climático es un buen ejemplo de esta degradación, además con unos efectos que no sólo amenazan a nuestro querido árbol y su cosecha, ¡pues es la primavera misma la que está en riesgo! Científicos y ecologistas sacamos a la palestra un tema que, probablemente gracias al morbo que en el ser humano despiertan las catástrofes, ha contado con una repercusión mediática sin precedentes, y gracias a ello el mundo parece que empieza a tomar conciencia y moverse en la buena dirección.

En cambio otros temas que suponen un importante riesgo a medio plazo no han gozado de la misma difusión en los medios. Por ejemplo, la presencia cada vez más importante de antibióticos en el medio y en los productos de consumo, que no hace sino poner en evidencia el mal uso y abuso que de ellos estamos haciendo tanto los ciudadanos como nuestra industria ganadera, en parte por desconocimiento, en parte por avaricia y falta de ética. Dentro de unos años y si todo sigue como hasta ahora, ¿a quién le pediremos cuentas si los antibióticos que conocemos dejan de ser eficaces y no conseguimos descubrir otros nuevos? El riesgo es enorme, y la falta de prevención e información, desconcertante.

BACTERIAS RESISTENTES
Mientras las bacterias patógenas han adquirido más resistencias a los antibióticos en uso, ha crecido la dificultad para encontrar nuevos antibacterianos que renueven el arsenal terapéutico con el que se combaten las infecciones. La gravedad del problema, que se complica por las dificultades de diversa índole que entraña el descubrimiento de nuevos antibióticos, lleva a que muchos científicos planteen si en el próximo futuro estaremos inermes frente a las infecciones.

A mediados del siglo XX la inmensa mayoría de las infecciones causadas por bacterias se podían curar con los antibióticos recién descubiertos, como la penicilina y la estreptomicina. Paulatinamente, tanto por la extensión en el uso de estos antibióticos de primera generación como por el abuso y el mal uso de ellos, las bacterias infecciosas se hicieron resistentes a ellos y a los derivados semisintéticos, diseñados para superar las resistencias.

ANTIBIOTICOS HASTA EN LA MIEL
Un equipo de químicos de la Universidad de Almería (UAL) ha desarrollado un método que permite detectar la presencia de antibióticos en la miel, según publica la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry. Los investigadores han confirmado que en varias de las mieles que se venden en los comercios quedan restos de los antibióticos que se emplean para tratar las enfermedades de las abejas.

“El método desarrollado permite la determinación simultánea de varias clases de residuos de antibióticos (macrólidos, tetraciclinas, quinolonas y sulfonamidas) en mieles”, explica a SINC Antonia Garrido, autora principal del estudio e investigadora responsable del Grupo de Investigación Química Analítica de Contaminantes de la UAL. Para desarrollar el método, cuyos resultados se han publicado recientemente en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, los investigadores utilizan conjuntamente la cromatografía de líquidos de ultra eficiencia, una técnica que permite separar los componentes de la muestra, acoplada a espectrometría de masas, con la que se identifican simultáneamente hasta 17 antibióticos.

La investigadora recuerda que hoy la legislación europea establece una política de “tolerancia cero” respecto a la presencia de residuos de antibióticos en miel, por lo que métodos analíticos como el propuesto ayudan a determinar esos compuestos en los niveles más bajos posibles. La técnica desarrollada por los químicos de la UAL permite detectar concentraciones de entre 0,1 y 1 microgramos por kilo de miel, según el tipo de antibiótico.

Los investigadores han aplicado el método en el análisis de 16 muestras de miel, 11 tomadas en supermercados y 5 recogidas a diferentes apicultores particulares de Granada y Almería. Los resultados del estudio reflejan que en tres de las muestras quedaban restos de los antibióticos que se utilizan para tratar las enfermedades de las abejas. Una de las muestras comerciales contenía 8,6 microgramos de eritromicina por kilo de miel, y en otra se detectaron trazas de sarafloxacina. Este antibiótico, junto a restos de tilosina, sulfadimidina y sulfacloropiridazina, también apareció en la miel de un apicultor, al que se informó de los resultados. Garrido insiste en que las bajas concentraciones de antibióticos detectadas “no suponen un riesgo directo para el consumidor”, pero advierte de que el uso excesivo o indebido de estos productos veterinarios podría afectar a la seguridad alimentaria.

ENFERMEDADES EMERGENTES
Al mismo tiempo el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, Atlanta, Georgia) ha incluido las infecciones por microorganismos resistentes a los antibióticos dentro del grupo de enfermedades emergentes, es decir, aquellas cuya incidencia en humanos se ha incrementado dramáticamente en los últimos años y que plantean un desafío terapéutico para el futuro. Ejemplos recientes incluyen la resistencia a la vancomicina del enterococo y el Staphylococcus aureus, el neumococo resistente a la penicilina, la resistencia a múltiples antibióticos de las enterobacterias y los bacilos gramnegativos no fermentadores presentes en las unidades de cuidados críticos (Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter sp.), entre otros.

Es importante destacar que si bien la resistencia a los antibióticos es una consecuencia de su uso inapropiado en medicina humana, las prácticas en la industria de la agricultura y la ganadería contribuyen también a su desarrollo. En la actualidad, la producción intensiva de animales de cría involucra la administración de altas dosis de antibióticos con el fin de promover el crecimiento y evitar la infección (ganado, aves, y peces) con lo cual, se fomenta el potencial riesgo de la selección de bacterias resistentes.

Como consecuencia de la infección por un agente patógeno resistente a múltiples antibióticos, el paciente prolonga su estadía en el hospital, requiere a menudo técnicas complejas de diagnósticos y, al haber mayores posibilidades de falla terapéutica, requiere antibióticos más caros y aumenta su riesgo de muerte. Es por ello que la resistencia bacteriana a los antibióticos no debe ser considerada sólo en términos médicos sino también económicos. El incremento de los costos en salud y la precaria situación económica de muchos países en desarrollo han derivado en que se implementen programas de contención de costos que tienden a un mejor aprovechamiento de los presupuestos tanto en el ámbito público como en el privado.

¿POR QUÉ CADA VEZ SE DESCUBREN MENOS ANTIBIÓTICOS?
Cuando se empezaron a usar, en la segunda mitad del siglo XX, se consideró a los antibióticos como la bala mágica que nos libraba de las plagas y enfermedades infecciosas producidas por diversa bacterias y que, a lo largo de la Historia, habían sido el azote de la humanidad. Pero tan solo cincuenta años después de su descubrimiento se observó que los antibióticos iban siendo cada vez menos eficaces. Los primeros antibióticos se encontraron en experimentos intensivos y como fruto de afortunadas coincidencias bien aprovechadas por investigadores muy preparados como Alexander Fleming (penicilina), Selman Waksman (estreptomicina) y Giuseppe Brotzu (cefalosporina), los tres empleados en instituciones públicas de investigación. Los beneficios generados por su uso como medicamentos fueron un acicate para que la industria farmacéutica desarrollase extensos programas de ensayo para seleccionar nuevos antibióticos partiendo de muy variadas colecciones de extractos obtenidos de numerosas muestras procedentes de ambientes muy diversos. Así se podría decir que ya poco queda sobre la faz de la tierra y en las profundidades del mar que no haya sido analizado para intentar encontrar nuevas medicinas. El resultado es que es cada vez difícil encontrar nuevos antibióticos mediante coincidencias afortunadas, la inmensa mayoría, si no todos los antibióticos fáciles de encontrar ya están en uso.

¿CUÁNTO CUESTA DESCUBRIR UN ANTIBIÓTICO?
Conseguir un nuevo antibiótico, considerando poco probable que alguno pueda todavía encontrarse por casualidad, va a necesitar un esfuerzo considerable, por lo que los recursos intelectuales y económicos a invertir son cada vez mayores. En líneas generales la industria farmacéutica estima que se necesita invertir unos 900 millones de dólares (al cambio actual unos 650 millones de euros) para que un nuevo compuesto pase de ser una idea a convertirse en una medicina.

¿POR QUÉ LOS ANTIBIÓTICOS SON MALAS MEDICINAS?
Si lo examinamos desde el punto de vista de su uso y de su venta no es una pregunta, como parece a primera vista, tan sorprendente. A consecuencia de la propagación de resistencias ya existentes en la Naturaleza, los antibióticos, a diferencia de otras medicinas, comienzan a dejar de ser eficaces en el mismo momento en que comienza su uso. Pero aún peores resultan los antibióticos cuando consideramos sus características como productos de consumo. Como resultado de sus indudables virtudes terapéuticas el consumidor de antibióticos (el enfermo) solo tiene dos pronósticos: o bien se cura y deja de comprarlos, o bien se muere y obviamente también deja de usarlos. Las compañías farmacéuticas estiman que un antibiótico genera beneficios anuales cercanos a los 400 millones de euros, frente a los más de mil que se obtienen de la venta de un medicamento de consumo diario, como son por ejemplo los antihipertensivos.

¿ES EFICAZ LA BUSQUEDA DE NUEVOS ANTIBIÓTICOS?
Francamente la respuesta no puede ser por ahora positiva. Empezando por el esfuerzo empresarial, las grandes industrias farmacéuticas surgidas de las fusiones entre empresas tradicionales que se realizaron en la década que solapó los siglos XX y XXI necesitan incentivos que solo se los proporcionan los medicamentos de uso diario y no los antibióticos. En consecuencia el interés de estas grandes empresas para invertir en la investigación de nuevos antibióticos es decreciente, y ya son pocas las que la mantienen y en todo caso la prioridad que le asignan es baja. Desde el campo de la investigación básica, señaladas ya alguna de las dificultades que entraña encontrar nuevos antibacterianos, sería necesario un esfuerzo extenso y sostenido de varios programas de búsqueda de nuevas estrategias y de nuevos compuestos para bloquear a los patógenos. La realidad no es así, y esto se ve desde su visibilidad en los medios de comunicación, que prestan poca atención a las infecciones bacterianas por creerlas algo del pasado, y por ello poco noticiable, hasta en las prioridades que asignan los organismos que financian la investigación, que se mueven más por el interés de potenciar al mundo empresarial, cosa lógica ya que los gobiernos necesitan se generen nuevos beneficios que ingresen impuestos y creen puestos de trabajo. Y frente a este panorama poco halagüeño nos enfrentamos a que la probabilidad de fallecer por causa de una infección de las vías respiratorias es mayor que la de morir de cáncer de pulmón o tráquea.

La amenaza de las infecciones aún no la percibimos en toda su gravedad porque por ahora se pueden curar en muchos casos. Sin embargo para los casos que no se curan y sobre todo si en el futuro no se logra encontrar nuevos antibióticos no cabe duda de que según las resistencias se vayan extendiendo de un patógeno a otro el peligro aumentará hasta límites que no podemos predecir pero que seguramente no nos gustaría sufrir.

* Fuentes:

Miguel Vicente. Jefe del Laboratorio de Control Genético del Ciclo Celular en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC

SINC. Servicio de Información y Noticias Científicas

Revista Médicos. Dilemas en el uso de los antibióticos: consumo, costo y calidad

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miércoles, 13 de mayo de 2009

Los escépticos se quedan sin excusas

Un nuevo estudio desmiente que el Sol pueda estar influyendo de forma importante en el calentamiento global

Los cambios en la actividad del Sol no están determinando en modo alguno el calentamiento global que sufre la Tierra, en contra de lo que sostienen los escépticos respecto a que el cambio climático se debe a las emisiones de gases de efecto invernadero, según ha concluido un nuevo estudio.

Los investigadores Peter Adams, de la Universidad Carnegie Melon (EEUU), y Jeff Pierce, de la Universidad Dalhousie, en Halifax (Canadá), han desarrollado un modelo para comprobar la controvertida hipótesis que sostiene que los cambios en la actividad solar están influyendo en el calentamiento global en la Tierra.

La hipótesis que sometieron a prueba era que un incremento en la actividad solar reduce la nubosidad debido a modificaciones en los rayos cósmicos. Asi, como las nubes se reducen, llega más luz solar a la superficie terrestre, causando un calentamiento. Algunos escépticos sobre el cambio climático habían tratado de utilizar esta hipótesis para sugerir que los gases de efecto invernadero podían no ser los principales responsables del calentamiento global, en contra del criterio mayoritario de los científicos.

En una investigación publicada en la revista Geophysical Research Letter, así como en la revista Science, Adams y Pierce informan de las primeras simulaciones atmosféricas de cambios en la formación de iones atmosféricos y partículas resultante de las variaciones en el sol y los rayos cósmicos, informa Science Daily. Encontraron que los cambios en la concentración de partículas que afectan a las nubes son en realidad cien veces más pequeños que lo requerido para afectar al clima.

"Hasta ahora, los defensores de esta hipótesis podían aseverar que el Sol estaría causando el calentamiento global, porque no había un modelo por ordenador que realmente probara o desmintiera ese supuesto", explicó Adamas. "El problema básico con esta hipótesis es que las variaciones solares probablemente cambian los índices de formación de nuevas partículas menos de un 30 por ciento en la atmósfera. Además, esas partículas son extremadamente pequeñas y necesitan crecer antes de que puedan afectar a las nubes. La mayoría no persiste tanto como para conseguirlo", añadió.

Adams y Pierce consideran que la hipótesis de que el Sol afecta al calentamiento global debe ser abandonada. "Ninguna simulación por ordenador de algo tan complejo como la atmósfera podrá ser nunca perfecta", dice. "Los defensores de la hipótesis de los rayos cósmicos tratarán probablemente de cuestionar estos resultados, pero el efecto es tan débil en nuestro modelo que resulta difícil para nosotros aceptar que su resultado básico cambie".

* Fuente de la noticia: Europa Press

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miércoles, 6 de mayo de 2009

Lo verde vende... y a veces estafa

¿Cómo de "verdes" son los productos que se venden como tales?

Según un estudio de la empresa de marketing ambiental TerraChoice, el 98% de los más de 2.000 artículos analizados en Norteamérica y comercializados como 'verdes' no eran completamente transparentes con la información ambiental transmitida al consumidor. Si bien en España, y a nivel europeo, está regulado el uso de algunos términos como "ecológico", "biológico" o "bio" para la alimentación y existen algunas etiquetas que garantizan que un producto tiene determinados cualidades ambientales —como el sello de la agricultura ecológica, el FSC, la Eco-label o el distintivo alemán Der Blaue Angel—, lo cierto es que existe un gran descontrol para otros apelativos, como "natural" o "respetuoso con el medio ambiente", o incluso con el de "ecológico" para otros sectores, como el de la publicidad de automóviles.

Muchas empresas han aprovechado el tirón de la producción 'verde' para dar un lavado de cara a sus productos y atraer a consumidores más concienciados. Este uso fraudulento de la publicidad verde es precisamente lo que denuncia esta organización con sede en Ontario (Canadá) en su web, donde define 'Siete pecados del Greenwashing' (también conocido como 'lavado verde').

Según el informe publicado recientemente por TerraChoice, los productos de limpieza, cosmética y los de niños son las tres categorías que más riesgo tienen de sufrir 'greenwashing'. En especial, los juguetes y los artículos para bebés atraen conceptos referidos a la salud y al medio ambiente por una sencilla razón: los padres tienen un cuidado especial cuando se trata de elegir un producto para sus hijos y están muy concienciados con el impacto ambiental de las futuras generaciones. Por ello, el mercado quiere captar la atención de los padres con mensajes como "no contiene Bisphenol A", "juguetes de algodón no tóxicos", "orgánico" o "pañales biodegradables". La organización canadiense llama la atención en especial sobre el concepto "todo natural". Para los padres, algo natural implica algo bueno y seguro. Pero nada más lejos de la realidad. El arsénico, el uranio o el mercurio son naturales y a la vez resultan venenosos.

Los proveedores de cosmética —como champús, cremas o pasta de dientes— han experimentado también una mayor tendencia a comercializar géneros más respetuosos con el medio ambiente, por lo que es muy habitual encontrar un jabón "100% natural", un acondicionador "orgánico", algodones "biodegradables" o una esponja "ecológica". Por otra parte, la gran demanda de artículos de limpieza respetuosos con el medio ambiente por parte de escuelas, hospitales, oficinas y otros edificios han acelerado la mejora de fórmulas y tecnología que mejoran este tipo de géneros. A todo esto hay que sumarle la demanda de los hogares de productos que no dañen la calidad del aire de la casa. El mensaje "no tóxico" es uno de los más repetidos en este grupo.

TerraChoice ha establecido los siete pecados capitales del 'lavado verde' que suelen cometer la gran mayoría de las empresas que venden un falso producto verde y que podemos detectar si estamos atentos.

IMPACTO OCULTO
El pecado del impacto oculto es el primero de la lista de esta organización y consiste en afirmar que un producto es 'verde' basándonos sólo en unas pocas cualidades ambientales, sin prestar atención al impacto global. Por ejemplo, TerraChoice se refiere al papel que se presenta como "100% ecológico" por ser reciclable o por proceder de una plantación sostenible, olvidando otros aspectos que afectan al proceso de fabricación y comercialización: las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de energía, el agua utilizada, los impactos de la silvicultura o el uso de cloro para el blanqueo del papel.

FALTA DE PRUEBAS
El segundo pecado que menciona la web es el de la falta de pruebas. La falta de certificados reales o de información fácilmente accesible que corrobore lo que dice la etiqueta son pistas para detectar el engaño. Según el estudio de TerraChoice, esto ocurre mucho con lámparas que promueven la eficiencia energética o productos de cosmética —por ejemplo, toallitas de papel— que se venden como reciclables.

IMPRECISIÓN
La imprecisión a la hora de describir una etiqueta es el tercer pecado capital. El resultado de no definir bien la información que aparece en los productos o la falta de significado de los mensajes confunden al consumidor. Por ejemplo, decir que un producto "no lleva sustancias químicas" no es real, ya que nada está libre de químicos (todas las plantas, animales y humanos están compuestos de químicos). Ocurre algo similar con etiquetas como "todo natural" o "no tóxico" —todo puede ser tóxico en dosis altas—.

IRRELEVANCIA
Otros artículos incluyen información sin importancia que puede distraer al consumidor que busca un producto realmente ecológico. Este es el pecado de la irrelevancia. Para TerraChoice, el ejemplo más claro se encuentra en los materiales que anuncian "libre de CFC's". Los clorofluorocarbonados son los principales culpables del deterioro de la capa de ozono y fueron prohibido por ley hace unos 30 años. Aún hoy, muchos productos —como lubricantes, insecticidas, desinfectantes...— continúan poniendo en sus etiquetas este mensaje que no aporta realmente nada.

MAL MENOR
Otro pecado es el del mal menor: Hay productos que en su conjunto tienen un dudoso beneficio ambiental y se venden como orgánicos o verdes. Es lo que ocurre con los insecticidas o los herbicidas 'verdes'. Aunque hay consumidores que necesitan estos artículos para usos agrícolas, en otras circunstancias pueden ser innecesarios para usos como jardines.

MENTIRAS
Otras empresas mienten directamente sobre los elementos y certificados de sus productos. La organización de Ontario menciona en su estudio algunos ejemplos como champús que dicen ser "orgánicos" o detergentes para el lavavajillas que aseguran estar empaquetados en papel 100% reciclado , cuando en realidad contienen plásticos. Éste es el pecado de la mentira.

ETIQUETAS FALSAS
El séptimo pecado que se ha unido a la lista este año es el de "adorar las etiquetas falsas". Muchas empresas han llegado al punto de falsificar certificados y copiar etiquetas para simular un producto respetuoso con el medio ambiente, una estrategia engañosa que requiere una especial atención por parte del consumidor para detectarla.

* Un reportaje de Almudena Martín para SOITU.ES

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