miércoles, 17 de diciembre de 2008

Sobre los animales


Todos hemos oído alguna vez historias sobre animales salvajes que, acostumbrados al trato con el ser humano y en un determinado contexto, han llegado a adoptar actitudes o costumbres sorprendentes y que creíamos propias únicamente de ese grupo especial de animales a los que denominamos domésticos. ¿Qué diferencia entonces, esencialmente, a un animal doméstico de otro que no lo es? La necesidad. En general el animal salvaje no ha encontrado a lo largo de la historia ningún provecho en su relación con el hombre, y viceversa. En cambio, una convivencia provechosa como la que durante milénios ha asociado al hombre con determinados animales a los que encontraba útiles por unas razones u otras, como gatos y perros, condujo a la domesticación de estos, o sea, a forjar en su instinto tanto la capacidad como la necesidad de convivir con el ser humano. Es evidente que es ésta imborrable herencia genética grabada en su instinto la razón por la cual los animales domésticos muestran preferencia por la compañía del ser humano, llegando a ser capaces de establecer vínculos afectivos en su relación con éste. En cambio, la fuerza del instinto salvaje prevalece en los animales a los que consideramos no domésticos, al margen de excepciones como las que comentaba al comienzo.

Aceptando entonces que la domesticación sea una forma particular de educación, podemos llegar a afirmar que los animales domésticos sean simplemente unos animales más educados o más educables que los salvajes. Al mismo tiempo es obvio que el ser humano lo es sobre todo por una herencia social y cultural que le son transmitidas desde la cuna a través de la educación para que aprenda a ser y a pensar, a transcender su instinto y desarrollar una personalidad compleja y adaptada al mundo en el que tendrá que desarrollar su vida. Un mundo en el que la asimilación de ciertos códigos de conducta heredados se demuestra imprescindible para que los individuos puedan ser aceptados por la sociedad en su conjunto. O sea que, de alguna manera, a los seres humanos también se nos domestica para que podamos vivir en sociedad.

Pero: ¿qué sería de un ser humano que creciera con una falta total de educación? Pues sería poco más que un salvaje, un pobre mono oportunista al que le sobrarían tantas neuronas como pelos echaría en falta, ya que por ejemplo contaría con instinto para recelar del frío, pero no con la educación, la cultura, ni los medios necesarios para saber cómo ni con qué cubrirse. Porque el frío es innato. Y el abrigo, cultural. El frío es un instinto que forma parte de nuestra herencia genética fundamental, al tiempo que el abrigo con que nos protejemos de él no es más que parte de la cultura en la que hemos sido educados.

( CONTINUARÁ )

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lunes, 15 de diciembre de 2008

Naturaleza muerta, o casi

La mitad de las especies de animales y plantas del planeta habrán desparecido en menos de cien años por culpa del hombre(*).

(* Ojo que también la mujer tendría la culpa, faltaría más, pero siempre he preferido dejar esta clase de papanatismos lingüísticos a políticos y políticas, sindicalistas y sindicalistos...)

La alta tasa de pérdida de especies actual ha llevado a los científicos a afirmar que estamos viviendo la "sexta gran extinción". La velocidad de pérdida de especies es similar a la de las otras cinco anteriores que han ocurrido en la Historia de la Tierra, como la que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años. "El mecanismo que desencadenó la extinción de los dinosaurios fue un asteroide", cuenta, Miguel Delibes de Castro, profesor de Investigación de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, "en la actualidad, el asteroide es nuestra especie, el ser humano".

La actual crisis de la biodiversidad tiene una tasa de extinciones de alrededor de 1.000 especies por cada millón de ellas y por año, según estiman los expertos. Es decir, si en la Tierra habitan 15 millones -dato desconocido para la Ciencia y perteneciente al campo de las especulaciones-, el planeta pierde 15.000 formas de vida cada año.

"Si el actual proceso de extinción en masa no se comienza a frenar y, finalmente, llega a su fin, la mitad de las especies de plantas y animales que habitan la Tierra desaparecerá o se encontrará al borde de la extinción antes de que acabe este siglo, según las estimaciones actuales", asegura Edward O. Wilson, profesor emérito de la Universidad de Harvard y padre del concepto de biodiversidad.


Primer plano de una cebra común ('Equus quagga'). / AP / JOHN MCCONNICO
Para Delibes de Castro, el proceso es sencillo de explicar "y complicado de entender, debido a la escala temporal". A lo largo de la Historia de la Tierra ha habido más de 20 extinciones y cinco de ellas consideradas masivas. "La pérdida de especies actual tiene una tasa típica de extinción masiva mil veces más rápida que las extinciones llamadas de fondo", cuenta, "y las grandes desapariciones biológicas han ocurrido en escalas temporales de cientos de miles o de millones de años". "En 500.000 años habrá desaparecido más del 90% de las formas de vida, debido a la deforestación, la presión de las especies invasoras o a que calentamos el planeta debido a nuestras emisiones".

Edward O. Wilson aúna las causas de esta sexta extinción en la ya célebre palabra HIPPO (hipopótamo), las siglas en inglés de pérdida de hábitats, especies invasoras, contaminación, superpoblación y captura excesiva de especies salvajes. Todas ellas provocadas por la actividad humana.

El cambio climático es una consecuencia de dos de las siglas de Wilson: superpoblación y contaminación. Debido a la larga escala temporal de la que habla Delibes de Castro, es muy complicado atribuir una extinción concreta a una causa como el cambio climático, que es un proceso lento.

Sin embargo, una investigación publicada en 'Biodiversity and Ecology' documentaba la que se ha considerado como la primera extinción debida directamente al calentamiento global. Se trata del molusco 'Rachistia aldabrae', que habitaba el atolón de Aldabra, en el océano Índico, hasta 1997. Los científicos atribuyen su desaparición a la reducción de las lluvias debido al cambio climático.

"No hay muchos elementos para el optimismo", lamenta Delibes de Castro, "pero, aunque ahora es complicado reaccionar debido a la crisis, seguro que se puede frenar". Los mayores expertos en extinciones miden el impacto del hombre como una fórmula compuesta por la población humana, el avance de la tecnología y el consumo de recursos. "Los optimistas confían en la tecnología para reducir nuestro impacto, pero se está demostrando que empeora la situación; el consumo aumenta de forma imparable y sólo la población parece que se acerca a un tope", asevera el profesor de Investigación. "Si queremos frenar la pérdida de especies, hay que reducir alguno de estos tres factores", sentencia Delibes de Castro.

Fuente: artículo redactado por Miguel González Corral para el diario El Mundo

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jueves, 11 de diciembre de 2008

La decadencia de la biodiversidad en la agricultura

De los 10.000 cultivos que alimentaban a la humanidad, hoy sólo perduran 150, según la FAO

La intensificación de la agricultura y la ganadería está provocando una pérdida de patrimonio genético. Una gran variedad de cultivos y animales de granja, base de nuestra alimentación, está mermando en los últimos años. Varias iniciativas se esfuerzan en preservar estos sabores casi olvidados de todo el planeta, productos en peligro de extinción pero todavía vivos y con un potencial real de producción y mercado.

La alubia negra de Tolosa, el azafrán de Jiloca y la aceituna aloreña se encuentran en una situación delicada. Informes de la FAO señalan que la sociedad ha utilizado cerca de 10.000 especies vegetales distintas para producir alimentos y piensos desde hace 10.000 años. Sin embargo, hoy en día, sólo 150 cultivos alimentan a la mayoría de la población del planeta, de los cuales 12 cultivos proporcionan el 80% de la energía alimentaria, y cuatro (trigo, arroz, maíz y patata) representan el 60% de esta energía.

En cuanto a las razas de animales de granja, la situación no es mucho mejor: la FAO posee un registro de unas 7.600 razas de las cuales un 20% están catalogadas en peligro de extinción y 190 han desaparecido en los últimos 15 años.

No sólo estas razas y cultivos se encuentran en una situación delicada, sino también la cultura gastronómica asociada a los mismos. La consecuencia podría ser una pérdida irreversible de nuestras posibilidades de cultivar plantas adaptadas al cambio climático, a nuevas enfermedades y a las necesidades de una población en crecimiento. Para impedir que desaparezcan por completo existen diferentes iniciativas de conservación tanto in-situ (cultivos en campo) como ex-situ (cultivos de laboratorio y bancos de germoplasma).

En España, el Centro de Recursos Fitogenéticos del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (CRF-INIA) cuenta con un banco de más de 70.000 variedades de cultivos. Mayor es el número de variedades que se preservan fuera de nuestras fronteras en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Esta instalación "contra todo riesgo", cavada en la profundidad de la roca congelada de una montaña Ártica, asegurará por siglos cientos de millones de semillas que representan cada una de las variedades de cultivo importantes disponibles hoy en el mundo. En total, más de 4,5 millones de muestras se conservarán en esta remota isla del Círculo Polar Ártico (ver álbum).

Aunque la conservación ex-situ juega un papel determinante en el mantenimiento de muchas variedades, en particular aquellas que ya han desaparecido del campo, debe ser complementada con proyectos in-situ. Esta modalidad implica en general mayores inversiones económicas, pues conlleva la protección de ecosistemas y hábitats donde las plantas de interés han desarrollado sus características distintivas. Además, esta protección se consigue a través de medidas legislativas e incentivos.

La organización "Red de Semillas: resembrando e intercambiando" trata de salvaguardar la cultura gastronómica asociada a las variedades de cultivos locales a través de acciones locales en toda España: promueve el intercambio de semillas entre agricultores, promociona estos alimentos entre los consumidores, selecciona de forma participativa las variedades y denuncia la pérdida de biodiversidad y el control de semillas en manos de unas pocas multinacionales.

Para defender la biodiversidad alimentaria y las tradiciones gastronómicas de todo el mundo, se constituyó en los años 80 la organización 'Slow food', que con su proyecto el "Arca del gusto" cataloga, señala y describe sabores de todo el planeta apoyando a diferentes entidades para evitar que caigan en el olvido sin pasar por nuestro paladar.

De los 750 productos que promocionan, 48 son españoles, seleccionados por su excelencia gastronómica, el vínculo con el territorio, el hecho de estar en peligro de extinción o de ser un "sabor olvidado". Entre ellos están la patata gorbea de Álava, la zanahoria morá de Cádiz, la aceituna aloreña del valle del Duadalhorce de Málaga, el azafrán de Jiloca de Teruel, la "papa copo de nieve" de Sierra Nevada o la alubia de Tolosa cultivada por más de 70 productores y que ostenta la certificación de calidad Eusko Label (ver pdf). Pequeños placeres que merecen la pena salvar de la extinción.

* Fuente: artículo de VANESSA SÁNCHEZ para SOITU.ES

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domingo, 30 de noviembre de 2008

Pan para hoy, extinción para mañana

Los políticos desoyen a los científicos y permiten que el atún rojo avance hacia su desaparición.

El pasado lunes, 42 países reunidos en Marrakech decidieron el futuro del atún rojo del Atlántico y Mediterráneo. Las expectativas que levantaron los aparentes posicionamientos de varios países europeos días antes de la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación de Túnidos del Atántico (ICCAT, por sus siglas en inglés) se vinieron abajo a último momento. Las negociaciones sobre la gestión del atún, el pescado más cotizado y al borde del colapso, fueron más tensas que nunca, y las distintas posturas se diluyeron, con el cansancio de la madrugada y el reloj presionando por un consenso imposible, en el clásico acuerdo de mínimos.

¿Acuerdo entre quiénes, y sobre qué? Para los científicos, la realidad no es discutible: los stocks del atún rojo del Atlántico y Mediterráneo ('Thunnus thynnus'), el más preciado de entre los atunes rojos, están muy mermados. Como en anteriores reuniones, el propio comité científico de la ICCAT puso sus informes sobre la mesa y ofreció sus recomendaciones objetivas: para lograr que la pesca de esta especie sea sostenible, es decir, duradera en el tiempo, hay que reducir las cuotas anuales de captura a 15.000 toneladas en todo el mundo, respetar el peso mínimo de 30 kilos y proteger las zonas de puesta del Mediterráneo imponiendo una veda en los meses de reproducción (de mayo a julio).

Tras una semana de negociaciones entre las delegaciones políticas, la ICCAT logró reducir las capturas para 2009 a 22.000 toneladas anuales (frente a las 30.000 de 2008), que serán 20.000 en 2010 y 18.000 en 2011. "No es lo ideal, pero se ha avanzado algo", admite José Luis Cort, del Instituto Español de Oceanografía y actual director del Centro Oceanográfico de Santander. Pero los "logros" -"seguimos estando en una franja peligrosa", comenta Cort- se terminan ahí. De hecho, el acuerdo ha sido calificado de "desastre" por todos los grupos ecologistas. "Las cuotas no están mal", señala el oceanógrafo. "Pero si no van acompañadas de controles para que se cumplan estrictamente, la realidad es que vienen los barcos piratas y hacen estragos", añade. Con todo, la propuesta aprobada incluye ciertas medidas de control en este sentido.

Actualmente, las cuotas oficialmente admitidas no se respetan debido a la pesca pirata, que multiplica por dos las capturas. Tampoco hay forma de confirmar si se cumplen las tallas mínimas, y las pesquerías del atún se cierran al cerco (la pesca más industrial) desde el 15 de junio hasta el 15 de abril del año siguiente, dejando desprotegida parcial o totalmente la época de reproducción, según la zona. Lo que se esperaba de la última reunión de la ICCAT era un cambio de giro en esta tendencia hacia el colapso de la especie, y así lo habían sugerido países como España, Italia y Japón, muy influyentes en estas pesquerías.

Sin embargo, a la hora de la verdad, la medida más importante para mantener los stocks, que es la protección de las zonas de reproducción, quedó en el aire. José Luis Cort, que asistió a la reunión de Marrakech en calidad de observador, muestra su claro disgusto respecto a la propuesta, insistida por la Unión Europea y finalmente aprobada, de proteger la zona de puesta de Baleares pero no hacerlo para todo el Mediterráneo central y oriental. "Es decepcionante", dice Cort, "que la propuesta europea no haya considerado el cierre de la zona oriental del Mediterráneo. Es injusto que se recorte por un sitio y no por otro".

Barra libre de atún
Según el acuerdo alcanzado por la ICCAT, que en gran medida reflejó la postura europea (a pesar de la oposición inicial de EEUU, Canadá y Japón), la veda en la zona de Baleares se amplía 15 días (queda así protegido el mes de junio), mientras que en el resto del Mediterráneo no sólo no se cierran las pesquerías en los meses de reproducción, que comienzan antes (en mayo), sino que se han ampliado 15 días los días en que se puede faenar. "En cuanto se abra la veda, saldrán todos como locos corriendo hacia el este, tanto legales como ilegales. ¡Claro! ¡Allí hay barra libre!", advierte Cort. "Lo lamento muchísimo porque se le podría haber dado un enfoque conservacionista y no puramente político", añade.

El propio Cort fue presidente del comité científico de la ICCAT y sabe que estas negociaciones son "guerras comerciales". La organización ecologista WWF/Adena, desde Marrakech, denunció que algunos países de la Unión Europea estaban amenazando con represalias comerciales a países más débiles (como Panamá o México) con el objetivo de conseguir sus votos. De nada sirvió la postura española, modélica en los días previos a la reunión al motivar la resolución simbólica aprobada por ochenta países durante la Cumbre Mundial de la Biodiversidad celebrada en Barcelona el pasado mes de octubre. España parecía liderar la conservación del atún con una ampliación de la veda y la creación de un santuario en Baleares, pero una vez en Marrakech, su postura fue, para los ecologistas, más bien tímida.

En realidad, proteger la zona balear (añadiendo 15 días al cierre pesquero) es una medida más descafeinada de lo que parece, según José Luis Cort. "Es verdad que es una zona de puesta importantísima para una población de atunes de la que depende todo el Atlántico oriental [y de ésta depende, a su vez, la población occidental, de ahí el interés conservacionista de EEUU y Canadá], pero afecta a una parte muy pequeña de la flota", explica. "Porque todos los que están en Baleares se van corriendo al este, y en Baleares se quedan cuatro barquitos. ¿No dicen que quieren proteger las zonas de puesta? ¡Pues protéjanlas todas! ¡Quítenles otros 15 días al Mediterráneo oriental!".

Mientras el gobierno español celebró como éxito el acuerdo vinculante de la ICCAT, los grupos ecologistas lo han considerado una condena al colapso del atún rojo del Mediterráneo. "Las decisiones continúan estando corruptas por intereses económicos y políticos a corto plazo. El resultado es que la ICCAT sigue sin cumplir su mandato de mantener las plobaciones de pescado a un nivel sostenible", declaró la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La historia del atún ha sido una sucesión de colapsos continuados. Primero fue el Mar del Norte, luego el Atlántico Occidental, luego las almadrabas (hoy tienen un rendimiento cuatro veces menor). Ahora, se ha perdido la oportunidad de conservar los caladeros mediterráneos. "Vamos camino del último capítulo de esta historia. Entonces diremos: '¡Se acabó lo que había!", puntualiza Cort.

Fuente: Diario El Mundo

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miércoles, 29 de octubre de 2008

Planeta vivo, pero menos

Adena presentó ayer el Informe Planeta Vivo, en el que se alerta sobre la sobreexplotación de los recursos, y la perdida de biodiversidad en el mundo.

WWF España publica cada dos años un informe sobre la situación ambiental de los ecosistemas del planeta y del impacto que la humanidad ejerce en ellos. El Índice Planeta Vivo (IPV) muestra mediante un indicador numérico cómo ha cambiado la biodiversidad de la Tierra en los últimos 35 años. En este período, el índice ha descendido en casi un 30%. Eso quiere decir que, en poco más de un cuarto de siglo hemos perdido casi la tercera parte de la riqueza biológica y de los recursos de nuestro planeta: los bosques tropicales han disminuido un 60%, sobre todo en la última década por el auge de los biocombustibles y el incremento de la demanda de madera. En ese mismo tiempo han desaparecido un 20% de las aves, y uno de cada cuatro mamíferos está en riesgo de extinción, como ya reflejaba la 'Lista Roja' de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) de este año.

La segunda parte del informe presenta la Huella Ecológica de la Humanidad, una medida del deterioro que las actividades humanas producen en los sistemas naturales, representada por la superficie de ecosistemas que dichas actividades necesitan para producir los recursos y absorber los impactos que generamos. España ocupa actualmente el puesto número 12 en la lista.

«Eso supone que necesitaríamos tres 'Españas' para abastecernos, y eso es una barbaridad», señala Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena. En el caso de la huella hídrica, la situación es aún peor: España está en el quinto puesto, principalmente por el consumo de productos que requieren mucha agua (frutas, soja para alimentar el ganado, etcétera) y es un recurso que no tenemos y que importamos de países tropicales.

Actualmente, la demanda de la humanidad excede en cerca de un 30% la capacidad regeneradora del planeta, por lo que estamos destruyendo el capital natural en lugar de utilizar tan sólo los intereses, que sería lo sostenible. Si la capacidad del planeta de absorber el consumo individual es de 2,1 hectáreas (ha.) por persona, la media actual está ya en 2,7 ha. Y no en todos los lugares es igual: en Estados Unidos cada ciudadano requiere 9,4 ha. y en España 5,7 ha. Sin embargo, en Congo, que tienen hasta 13,9 ha de biocapacidad por su riqueza en recursos naturales, la huella biológica no llega ni a media hectárea por persona.

Los embalses y presas (hay 45.000 en el planeta), los trasvases, la contaminación de las aguas y la sobreexplotación pesquera (que ya afecta al 75% de los caladeros mundiales) son otros factores que están afectando a la vida del planeta. "A este ritmo la pregunta es qué vamos a dejar para las generaciones del futuro", plantea Del Olmo.

James Leape, director general de WWF, señala que aunque «el mundo está preocupado por la crisis financiera, lo que realmente amenaza gravemente a la sociedad es la crisis del crédito ecológico». No obstante, podría ser una situación reversible si se tomaran las tres medidas que enumera Del Olmo: «La primera, reducir el consumo, luego ralentizar el crecimiento de la población mundial y la tercera, tener una mayor eficiencia en el uso de los recursos».

El reto se plantea complicado, pero en nuestras manos está asumirlo y actuar para que las cosas empiecen a cambiar de verdad. Ningún político va a hacerlo por tí, olvídalo: ellos siempre van por detrás. Así que debemos ser conscientes de nuestro lugar en el mundo, de nuestro papel cómplice en el agotamiento de los recursos y la extinción de las especies, para asumir por fín nuestra responsabilidad, y llevar a cabo un verdadero cambio.

* Fuentes de la noticia: Adena y Diario El Mundo

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martes, 28 de octubre de 2008

Una decisión controvertida

100 toneladas de márfil serán subastadas legalmente por primera vez desde que en 1989 se inició la moratoria al comercio del denominado oro blanco

Resulta paradójico, pero la Convención Internacional de Comercio de Especies en Peligro -CITES- ha autorizado desde hoy la venta de marfil a cuatro países africanos (Namibia, Botswana, Sudáfrica y Zimbabue) con la intención de ayudar a la conservación de los elefantes. Claro está que en principio suena muy raro, pero no tanto si tenemos en cuenta que el marfil que se va a subastar (unas 100 toneladas) procede de aprehensiones a cazadores furtivos en su mayor parte, y que el dinero recaudado será para financiar proyectos de conservación de la especie.

Ya sabemos que el continente africano no se caracteriza precisamente por la ausencia de corrupción en sus gobiernos, ni por la transparencia de su administración, y es por ello que varios grupos ecologistas ya han lanzado la voz de alarma previendo que estas subastas, aunque permitidas, estimulen de nuevo la caza furtiva de elefantes para arrancarles los colmillos y vender el marfil en otras eventuales subastas o en el mercado negro.

No obstante, la secretaría de CITES, la agencia de la ONU que ha autorizado la venta de marfil, sostiene que va a mirar con lupa el comercio de marfil en China y Japón, donde va a parar en su mayoría el marfil de esta subasta y del tráfico ilegal, para asegurarse de que no se aprovecha la venta que comienza hoy para blanquear marfil procedente de la caza furtiva.

El comercio de marfil fue prohibido en 1989 en todo el mundo ante la alarmante caída del número de elefantes por la caza furtiva y desde entonces han descendido notablemente las intercepciones de marfil ilegal en todo el mundo, según Traffic, una organización que vigila el tráfico de especies protegidas.

Habrá que esperar y confiar en que de verdad ese dinero obtenido con las ventas de marfil sirva para ampliar las reservas naturales y la vigilancia de éstas, para acabar de una vez por todas con el furtivismo. De todas maneras si el furtivo existe es porque porque sigue habiendo gente desconsiderada y profundamente egoísta que lo compra, y es precisamente a éste hortera con pasta y corazón ausente al que yo culpo en primer lugar del riesgo de extinción de los elefantes, igual que al tarado que come tigre porque algún imbécil se le ocurrió que era afrodisíaco, etc. Por ello considero imprescindible que se apoye y se fomente el consumo responsable, el consumo informado y consecuente. Nos irá mejor a todos.

Fuentes: Diario El País y Centro de Noticias de la ONU

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domingo, 26 de octubre de 2008

Los osos, mejor de peluche

El gobierno del Valle de Arán exige la retirada inmediata de todos los osos de los bosques de la zona tras el ataque a un cazador

En 1996 el oso fue reintroducido en el Pirineo catalán, en un intento por recuperar en lo posible a este emblemático animal de los bosques de alta montaña. El pasado miércoles y tras doce años sin incidentes importantes uno de los ejemplares agredió a un cazador en Les (Lleida), provocándole heridas leves en una pierna y un brazo. El cazador, que participaba en una batida de jabalíes en la montaña de Portet, a unos 1.200 metros de altura, fue dado de alta ese mismo día.

Estos son los hechos. El circo llegó esa misma tarde de la mano de los políticos locales, concretamente con las delirantes declaraciones proferidas por Francès Boya, Síndic del Val d'Arán: "exigimos la retirada de todos los animales, ya que en este momento no podemos garantizar que no se puedan producir nuevos ataques"; "consideramos prioritaria la seguridad de las personas en la montaña por encima de una convivencia con los osos que hoy se ha puesto en entredicho de manera incontestable". Lógico, coherente, comedido... todo lo que se puede esperar de un político.

Supongo que el siguiente paso de Francès Boya será pedir la prohibición de todo tráfico rodado en el Valle de Arán, requisar todos los cuchillos y objetos punzantes, revestir de gomaespuma las aceras, esquinas y barrancos del lugar, y añadir dósis de tila y valium al suministro de agua potable. ¡Acabemos de una vez con los accidentes, por Dios! En serio: hay que darle la relevancia que merece a este señor, pues no hay duda de que estamos ante un pionero, un visionario... ¡Ríete tú de la Seguridad Social! La Seguridad Total acaba de nacer.

¡Es una lástima que yo no tenga la capacidad para verlo de esa manera! Sí veo en cambio que los osos nunca nos han sido verdaderamente útiles: no se les puede estabular, ni ordeñar, ni someter como quisiéramos. También sé que hay mucho cazador suelto en la zona con derecho a voto y ganas de pasear por el bosque a darle al gatillo tranquilamente como quien pasea un domingo por la playa. Conviene recordar que los osos no desaparecieron de la zona anteriormente sin motivo: el hombre acabó con ellos, como siempre.

Desgraciadamente los beneficios de la biodiversidad son siempre menos tangibles que otros. En este caso el derecho mismo a la existencia de los osos se confronta al derecho a la caza de los cazadores. ¿Cual debe prevalecer? En mi opinión no hay duda, y cualquiera que estudie el tema con perspectiva estará de acuerdo: el oso debe seguir viviendo en esos bosques... ¡Son su casa! Y el cazador que quiera cazar, pues que asuma el riesgo de entrar al bosque y cace, ¡que un encontronazo en 12 años no es como para montar este circo! No es más que una excusa, la escusa perfecta que algunos buscaban para levantar una polémica tan absurda como profundamente injusta con unos osos a los que se pretende demonizar. Ya digo que útiles los osos no son ni serán, más que desde el punto de vista de la biodiversidad y la salud de unos ecosistemas alterados en los que cada vez escasean más los depredadores, pues son su parte más frágil.

Como contrapunto a la exagerada reacción del Sindic, Medi Ambient ha pedido "calma" tras el ataque, aportando algunos datos sobre los osos de la zona: la osa que protagonizó el ataque ha sido identificada como Hvala, y llegó al Pirineo en la última reintroducción de 2006, proveniente de Eslovenia. Actualmente se calcula que, tras este proceso de reintroducción, en los Pirineos central y oriental viven entre 15 y 20 ejemplares de oso pardo, si bien en los últimos años también se han detectado algunos ejemplares en lugares situados más al sur y al este, lo que evidencia una expansión de la especie por los hábitats pirenaicos de Cataluña.

Confío en que finalmente las autoridades actúen con sentido común y el programa de reintroducción del oso en el Pirineo catalán se mantenga. Los obstáculos continuarán, qué duda cabe, ya que la pela es la pela, como se suele decir, y está visto que a los políticos del Valle de Arán la biodiversidad se la pela.

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miércoles, 22 de octubre de 2008

Los grilletes multinacionales de la derecha

Jose María Aznar presenta el libro 'Planeta azul, grilletes verdes', escrito por el presidente checo Vaclav Klaus, poniendo en cuestión el cambio climático

¿Quién no ha oído alguna vez aquello de que una verdad no es otra cosa que una mentira dicha mil veces? José María Aznar, ex-presidente del gobierno y presidente de FAES (Fundación para el Análisis y Estudios Sociales), ha presentado esta mañana el libro Planeta azul (no verde) junto a su autor, el jefe del Estado checo, Vaclav Klaus. En la obra, de 150 páginas y editado por Gota a Gota -sello editorial de FAES-, se pone en duda que el calentamiento global sea una amenaza para la sociedad y advierte sobre lo que denomina ''alarmismo climático''. Aznar ha apuntado que él no es un negacionista sino un ecologista sensato. Qué curioso. En esa línea supongo que Aznar considerará a Franco un demócrata alternativo, y a Hitler un humanista discreto. Antes que tomarlo en serio prefiero pensar que nuestro querido ex-presidente ha decidido iniciar una carrera en el mundo del humor.

Según Aznar, "Poco o nada tiene que ver con la ciencia buena parte de los abanderados del apocalipsis climático...lo suyo es otra cosa se parece más bien a una nueva religión que condena a la hoguera en la plaza pública aquellos que osen poner en cuestión sus tesis....". Hogueras, religión, apocalipsis... Cualquiera diría que Aznar habla de cuestiones de fé cuando, más bien al contrario, el cambio climático es un hecho comprobado y avalado por multitud de estudios científicos. ¿Quién sabe si también será el sol el que gira alrededor de la Tierra en la cabeza de este señor?

Al acto, que ha comenzado con 15 minutos de retraso, han asistido políticos entre los que se encontraba Manuel Pizarro. Durante la presentación el ex presidente ha comparado a los ecologistas con los economistas, los comunistas o la gente a la que mandaban a la hoguera. Aznar ha aconsejado que se compre este libro que va por la segunda edición y que pone en duda la existencia misma del cambio climático o que la acción del hombre haya provocado un aumento de la temperatura del planeta. También se advierte en él sobre lo que el autor denomina "alarmismo climático".

Una portavoz de FAES aseguraba el pasado 18 de septiembre que la fundación tenía muchos motivos para publicar Planeta azul (no verde). "Primero, es bueno, con una argumentación de economista pero divulgativo. Segundo, intenta dar a conocer un punto de vista que va contra lo políticamente correcto. Tercero, es un libro escrito por un jefe de Estado (algo poco habitual) que, además, es un economista liberal de reconocido prestigio", apuntaba.

Más de 3.000 científicos en el marco de la ONU han llegado al consenso de que el hombre es el principal causante del cambio climático. Incluso EE UU y su todavía presidente, George W.Bush, que se había mostrado escéptico por el impacto del ser humano aceptó en la cumbre celebrada en diciembre de 2007 esta afirmación. Pero, como se suele decir, también para esto y por desgracia Spain is different.

* Fotografía y fuente: diario El País

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martes, 21 de octubre de 2008

El sentido común, el menos común de los sentidos

Valencia multa a los ciclistas que circulen por aceras o calles peatonales

163 ciclistas han sido ya multados en Valencia gracias a una normativa municipal absurda e injusta, de transfondo casi jurásico. La norma prohíbe, por ejemplo, acciones como atar la bicicleta a una farola, o a una señal de tráfico, aún cuando no haya alternativa posible ya que las zonas habilitadas para aparcar bicicletas en Valencia son casi inexistentes. También se prohíbe la circulación por calles peatonales... Mientras, los coches campan a sus anchas amontonándose en doble fila, en triple fila, subiéndose a las aceras, pasándose el límite de 50 km/h por el forro del guardabarros, con los semáforos y sus lucecitas de adorno, y la policía dedicada a cosas más importantes como perseguir ciclistas. Vergonzoso.

La norma sitúa la bicicleta al nivel de cualquier otro vehículo a motor, exigiendo a sus usuarios una serie de requisitos que exceden el mínimo sentido común. En primer lugar, habría que preguntar al ayuntamiento para qué existe el carril bici si, según su norma, la bicicleta puede y debe circular por la carretera. La respuesta es obvia: en este país la carretera no es lugar seguro para las bicicletas. En ese sentido, cualquier ciclista estaría encantado de utilizar el carril bici para desplazarse a cualquier punto de la ciudad si el trazado de éste y sus condiciones de conservación lo permitieran.

¿Cual es el problema?
La red de carril bici en Valencia es absolutamente insuficiente, tiene un trazado errático que muchas veces resulta incongruente, y presenta además un estado de conservación lamentable en muchas zonas. O sea: que está bien para dar un paseo sin rumbo fijo el domingo por la mañana, pero no para utilizarlo en el día a día. Simplemente, no es posible. Por ello en ocasiones es inevitable tener que subirse a la acera para seguir circulando, pues la red municipal de carreteras está pensada exclusivamente para los coches, no para las bicicletas, y hay tramos realmente peligrosos para los que vamos en bici. Cabría preguntarse, además, por qué no se ha dotado de carril bici a muchas de las nuevas avenidas si de verdad quieren promover el uso de la bicicleta.

¿Qué podemos hacer?
La norma dice que debes continuar por la carretera donde el carril bici no llega. ¿Deben hacerlo también los niños de 13 años? ¿Y los de 7? Me gustaría ver a la señora alcaldesa Rita Barberá y los que han redactado esta normativa circulando en bici por las seguras y divertidísimas rotondas de esta ciudad entre el tráfico un lunes a las ocho y media de la mañana, o un viernes a las siete de la tarde por Peris y Valero, Ausias March, o cualquiera de esas grandes avenidas sin carril bici en las que por supuesto todos los coches circulan por debajo del límite de 50 km/h, mostrando además gran consideración y respeto hacia el ciclista.

La experiencia
Resulta evidente que esta normativa municipal ha sido redactada por personas que jamás han utilizado la bicicleta para desplazarse por la ciudad: la bicicleta puede usarse para pasear, pero no sólo para pasear. Yo llevo ya ocho años circulando con ella a diario, y sé de lo que hablo. Por cierto que en 2004 fui atropellado por un conductor que se saltó un semáforo, tras lo cual pasé un mes entero andando con muletas, pero no por ello he dejado de usar mi bicicleta. Eso sí, dejé de creer en los semáforos.

La bicicleta es un medio de transporte excelente para la ciudad
No hay transporte más barato, ecológico, racional, silencioso, solidario y saludable que la bicicleta. El ecologismo apuesta por la bicicleta frente a los coches, apuesta por una ciudad más limpia, más segura, más sana, más bonita. Ecologismo se opone a esta norma por injusta y desproporcionada, por irracional y retrógrada. Ecologismo se opone a una norma que, en mi opinión, nos aleja de la Europa moderna y nos acerca en cambio a lo más rancio del prejuicioso franquismo.

Respeto y sentido común
Es por ello que invito a todos los que utilizan la bicicleta como su medio de transporte habitual a seguir haciéndolo como hasta ahora, con respeto y sentido común. Considero que bastaría establecer en la norma la figura de la conducción temeraria para los ciclistas para de esta manera dotar a los agentes de un instrumento legal con el que multar, o incluso detener, a aquellos ciclistas que pongan en riesgo la seguridad de los viandantes. La norma en estos términos es un disparate, y no pienso atenerme a élla. Seguiré circulando por la acera cuando sea necesario, seguiré atando mi bici a las farolas cuando sea necesario, por supuesto siempre con el máximo respeto a los viandantes, dándoles prioridad en el paso, y atando la bici donde no moleste. Si la multa llega expresaré mi disconformidad, me negaré a pagarla, y pediré explicaciones a los agentes. Os animo a hacer lo mismo. Quizás no seamos más, pero somos mejores.

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lunes, 20 de octubre de 2008

Corrupción en Castilla León

El fiscal propone la imputación de la número dos de la Junta de Castilla León por el caso Ciudad del Golf
El vergonzoso caso de la Ciudad del Golf, conocido también como el de Las Navas del Marqués (Ávila) saltó a la luz hace dos años cuando la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León paralizó un polémico proyecto que contemplaba la construcción de 1.600 viviendas, dos campos de golf y un hotel de lujo en una zona protegida y de alto valor ecológico.

Ahora, cuatro años después de iniciarse el proceso, el fiscal jefe de Ávila, Juan Miguel Gómez, ha solicitado la imputación de María Jesús Ruiz, vicepresidenta y consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla León, basándose en que "la Consejería no tuvo en cuenta sus propias normas, ni tampoco tomó en consideración sus propios informes, no sólo ignorando el procedimiento establecido, sino que la ilegalidad de la resolución es tan evidente y manifiesta que sólo dejaría de percibirla el que tuviera interés en no verla", según consta en el escrito remitido por la fiscalía.

La resolución que dio el visto bueno a la Declaración de Impacto Ambiental "no tuvo en cuenta otros informes" de técnicos que advertían de que la aprobación del plan parcial que autorizaba la recalificación de los terrenos afectaba a una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), un Lugar de Interés Comunitario (LIC) y una Zona de Importancia para la Cigüeña Negra.

El fiscal jefe explica que aunque tuvo clara desde el principio la implicación de Ruiz en el caso, no ha decidido solicitar su imputación hasta haber tomado declaración a los otros 19 imputados y 13 testigos durante la fase de instrucción, a punto de concluir. Existen en su opinión indicios de responsabilidad penal por un delito de prevaricación, por haber dictado una resolución injusta, arbitraria y no razonada en la tramitación de la DIA para favorecer al promotor en 2004.
Otros implicados son el alcalde de Las Navas del Marqués, Gerardo Pérez, del PP, y el secretario del Ayuntamiento, Carlos de la Vega. Para todos ellos el fiscal jefe de Ávila solicita penas de inhabilitación especial.

En cuanto al promotor, Francisco Gómez 'El Paloma', se le responsabiliza de haber cometido un delito contra el medio ambiente al haber causado daños a especies protegidas. Se le acusa de haber talado más de 2.000 árboles entre el 3 y el 9 de octubre de 2006, después de que el TSJ paralizara el proyecto el 29 de septiembre de ese mismo año. Por todo ello podría solicitarse para él una pena de 1 a 4 años de cárcel.

Los colectivos ecologistas se mostraron muy satisfechos al conocer la noticia. No en vano ellos fueron quienes en noviembre de 2006 presentaron la denuncia por la vía penal, junto al sindicato CCOO.

La Ciudad del Golf, en medio del bosque
El caso de la Ciudad del Golf saltó a la opinión pública hace ahora dos años, cuando la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia paralizó este proyecto urbanístico promovido en esta localidad de 5.500 habitantes, situada en las proximidades de la Comunidad de Madrid, por Residencial Aguas Nuevas, S.L.

El alto tribunal anuló entonces la consideración como suelo urbanizable delimitado de las 210 hectáreas de terreno protegido en las que se pretendía realizar 1.600 viviendas, un campo de golf y dos hoteles de lujo con 300 plazas.

La sentencia fue dictada el 29 de septiembre de 2006, pese a lo cual los trabajos de despeje y desbroce comenzaron el 3 de octubre, lo que supuso la tala de unos 2.000 pinos, hasta que el 9 de octubre el Ayuntamiento navero ordenó parar las cortas.

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