viernes, 19 de junio de 2009

España sigue vendiendo muerte

Testigo directo de los horrores que la industria armamentística exporta, el fotógrafo Gervasio Sánchez denunció de forma valiente en un histórico discurso la hipocresía de esos gobernantes que se llenan la boca con la palabra paz mientras permiten que España siga fabricando y vendiendo armas a zonas en conflicto

El día 7 de mayo de 2008 el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez acudió a recoger un premio a su labor fotográfica, el prestigioso Ortega y Gasset que otorga el diario El País. Entre el numeroso público asistente al acto se encontraba la vicepresidenta del gobierno, el presidente del Senado, varios ministros, Esperanza Aguirre y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, además de todos los demás medios de prensa. Al recoger el premio Gervasio Sánchez pronunció un discurso valiente, certero, íntegro y comprometido en el que denunciaba la hipocresía de los gobernantes españoles respecto a la industria armamentística nacional, la cual seguía y sigue suministrando material a zonas en conflicto, convirtiéndonos en cómplices de miles de muertes cada año. Obviamente y atendiendo a la escasa repercusión que tuvo en los medios este discurso muchos hubieran preferido que Gervasio hubiera mantenido la boca cerrada, y actuaron para silenciar sus palabras dentro de lo posible en lo que supuso un acto de censura vergonzante. Me avergüenzo de estos políticos, pero aún más de una clase periodística vendida y cobarde.

Para el recuerdo y la reflexión aquí dejo las valientes palabras de una ilustre excepción dentro del panorama periodístico español: Gervasio Sánchez.


VIDAS MINADAS
Estimados miembros del jurado, señoras y señores: Es para mí un gran honor recibir el Premio “Ortega y Gasset” de Fotografía, convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.

Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los de aguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.

No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto “Vidas Minadas”, al que pertenece la fotografía premiada, tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.

Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de
una explosión a los ocho años.

Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.

Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película “Cuentos de la luna pálida” de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de las minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles, desde el inicio de la transición, encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabricamos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo, y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King, me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias

martes, 16 de junio de 2009

Receta contra el cambio climático

El pionero del cambio climático Wallace S. Broecker llega a España con una receta para afrontarlo: reducir el consumo, capturar CO2 y potenciar las energías renovables

El padre de la teoría del cambio climático, Wallace S. Broecker, pasó este lunes por Madrid para recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento , del que ha sido ganador en la categoría de Cambio Climático. Precisamente un 15 de junio, pero de 1952, este activista confeso comenzaba a trabajar en el Observatorio Terrestre de la Universidad de Columbia (EEUU), donde hoy es catedrático. Perfecto conocedor de la evolución del clima y la química de los océanos, Broecker fue el primer científico que, en 1975, definió el cambio climático en un artículo de la revista Science.

El científico estadounidense está convencido de que las energías renovables no van a conseguir producir la energía suficiente para poder sustituir a los combustibles fósiles, al menos en los próximos 50 años. Durante ese tiempo, las necesidades de energía se van a ir incrementando exponencialmente, multiplicadas por el desarrollo de economías emergentes. Y, con ellas, crecerán las emisiones de dióxido de carbono.

Broecker señala que "los grandes cambios climáticos se han negociado de algún modo en los océanos, en la cantidad de CO2 que estos absorben de la atmósfera. Pero los océanos únicamente son capaces de captar el 35% del CO2, por lo que, a ese ritmo, hasta el año 2075 en el mejor de los casos, no serían capaces de enfriar el planeta".

Leer más

jueves, 11 de junio de 2009

El fín no justifica los medios

Varios centenares de árboles de una zona de alto valor ecológico cercana al Parque Nacional de Ordesa han sido talados con la excusa de un cortafuegos

Los bosques necesitan protección, eso es un hecho. El desarrollo brutal del ser humano durante las últimas décadas no se ha producido de forma gratuíta sino a costa de una injustificable e irreversible degradación del entorno natural. Hemos de ser conscientes de que nuestro patrimonio natural ha sido expoliado, esquilmado y degradado hasta tal punto que sólo un pequeño porcentaje de esos antiguos bosques que cubrían la península de costa a costa permanecen en un estado aceptable de conservación. Es por ello normal que muchas especies animales que los habitaban hayan desaparecido ya o se encuentren en peligro de extinción. Teniendo en cuenta la gravedad de estos hechos no parece de recibo que en los (arbitrarios) límites de un importante Parque Nacional como es el de Ordesa y Monte Perdido se talen centenares de árboles para realizar un cortafuegos, sobre todo si tenemos en cuenta el alto valor ecológico de la zona y la existencia de alternativas para la protección forestal frente a los incendios.

Leer más

miércoles, 10 de junio de 2009

¿Crisis económica o crisis ecológica?

La crisis económica analizada como consecuencia de una crisis generalizada de los recursos en un planeta agotado

Hay crisis. Todos hablan de ella. A todos nos afecta. Todos coinciden en que es grave. Pero nadie acaba de explicarnos bien lo que pasa. Los analistas académicos hablan como si sufriéramos una fiebre más o menos pasajera, un desajuste del sistema que se solucionará con alguna receta.

Pero hay otras voces. Economistas, sociólogos, pensadores de diversos ámbitos que opinan que estamos ante algo más que un desarreglo de los mercados financieros. ¿Qué crisis es ésta? Para muchos, más que una crisis económica es una crisis ecológica: no hay planeta suficiente para mantener el ritmo de vida que llevamos. El modelo de crecer y gastar, usar y tirar, explotar y contaminar llega a su fin.

«Aunque tengamos la mirada puesta en la debacle de los mercados financieros, la convulsión que estamos experimentando denota mayor hondura, remitiéndonos a los modos de producir, consumir y vivir hoy predominantes en el planeta», afirma Santiago Álvarez, director del Centro de Investigaciones para la Paz, en el último número de la revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio global.

Reputados pensadores como el economista estadounidense Jeremy Rifkin atacan sin piedad ese «modo de producir» al que se refiere Álvarez. Para Rifkin, la segunda revolución industrial, cimentada en el petróleo, el automóvil y la centralización de la electricidad llegó a su colapso a finales del siglo XX. La burbuja crediticia reciente fue un falso intento de mantener con vida un sistema muerto.

Leer más

jueves, 4 de junio de 2009

Greenpeace

ecologismo_greenpeace

Cuando el último árbol haya sido cortado...
el último río envenenado...
y el último pez muerto...
descubriremos...
que no podemos comernos el dinero.