martes, 26 de julio de 2011

El declive del Periodismo en España

La última manifestación organizada por el movimiento 15M que congregó el domingo en Madrid a decenas de miles de personas llegadas de toda España ha servido para poner en evidencia una vez más el declive del periodismo en España y la servidumbre de los medios a sus intereses comerciales.

Digámoslo claro: el movimiento 15M es lo mejor que le ha pasado a este país en muchos años. Por fín el pueblo salió a la calle, pero no como otras veces para repetir consignas vacías: esta vez el pueblo bajó a la calle para hablar, para dialogar, para preguntar, para denunciar... e incluso para ayudar en los casos de desahucio. Por fín nos dimos cuenta de que la fuerza del colectivo comienza por la voluntad del individuo, que merece la pena implicarse y aportar en las cuestiones comunes desde la crítica y la diferencia. Y ahí reside precisamente una de los bazas fundamentales de este movimiento, la heterogeneidad de sus integrantes, diversos como diferentes somos los que habitamos este país, pero unidos en la indignación ante la situación del país . La otra gran baza es la fuerza de la razón. No en vano según todas las encuestas las reivindicaciones básicas del 15M son asumidas por el 66% de la población española.

Tres han sido las fechas claves de este movimiento: el 15M (15 de mayo) que lo vio nacer con la manifestación convocada por la plataforma Democracia Real Ya; el 19J (19 de junio), la segunda gran manifestación que sacó a la calle a centenares de miles de personas en todas las capitales de provincina y muchas otras ciudades y pueblos del estado; y finalmente el 24J (24 de julio) que concentró en Madrid a decenas de miles de indignados llegados de toda España en diversas marchas populares. Pero parece que el diario El Pais tenía ayer otros asuntos más importantes con los que llenar su portada, como por ejemplo el descenso de habitantes en España, el fútbol sudamericano, o el "turismo de sol y playa". Para algunos esta portada de El Pais ha sido como "la gota que colma el vaso". Ya decía Stephan Hessel que tras la indignación hay que asumir el compromiso y pasar a la acción. Así pues el escritor y periodista Juan Gómez-Jurado decidió escribir una carta al director de este anteriormente prestigioso periódico Javier Moreno para intentar sacar al debate público una vez más el insoportable declive de la prensa en este país.

CARTA ABIERTA A JAVIER MORENO, DIRECTOR DEL DIARIO EL PAIS

Estimado Javier,

Me llamo Juan Gómez-Jurado, soy escritor y periodista. Hasta hoy también era suscriptor de tu periódico.

No es una decisión que me haya gustado tomar. Estoy suscrito a otros tres diarios nacionales. Cada mañana practico el ritual de abrirlos sobre la encimera de la cocina y comparar la manera de presentar las noticias mientras las tostadas se van haciendo y la cafetera se pone en marcha. Es algo que me enseñó mi profesor de Redacción, en la primera clase de mi primer día en la facultad. Lo que entonces era un ejercicio obligatorio se convirtió con el tiempo en una parte de mi, tan necesaria como comer y respirar.

Aunque la literatura me ha llevado por caminos alejados del periodismo de calle, llevo en esta profesión dieciséis años. Conozco sus miserias y sus servidumbres. He acampado en las calles y he visto pasar bolsas de cadáveres. He hecho muchas preguntas que no quería hacer, y me he callado muchas otras que me hubiera gustado lanzar. He cometido muchos errores y he tenido algunos aciertos. Cuando me convertí en columnista y comencé a poner la primera persona del singular en mi trabajo, todo fue aún más difícil. También he visto cómo artículos redactados durante horas, buscando el término justo y preciso, eran arrojados a la papelera por ir contra la línea editorial del diario en el que estaba.
Se bien que vivimos en un mundo imperfecto.

Sin embargo siempre he querido formar parte de él. Tengo 33 años, pero ya he cumplido dos terceras partes del sueño que, aún niño, tenía la primera vez que me gasté 330 pesetas en comprar El Mundo, ABC y El País, queriendo escribir en cada uno de ellos. Hoy debo decir que la tercera parte de ese sueño se ha caído de entre mis ilusiones.

Nunca pensé que vería el día en que me avergonzaría de tener en la mano este periódico, pero hoy ha ocurrido. No entiendo cómo, pero por alguna razón tu criterio periodístico ha considerado más importante la bajada de población en España, y el turismo de sol y playa (por citar dos de las informaciones más pequeñas que hoy habéis llevado a portada) que la manifestación que ayer congregó a miles de personas en el centro de la capital, venidos desde todos los puntos del Estado, para decir que las cosas no están funcionando.

Podría hablarte de cuál es el espíritu detrás del 15M, podría decirte lo cansados que están los españoles de los políticos y de quienes mueven por encima de ellos los hilos del poder. Podría hablarte del hartazgo de incompetencia y despilfarro. De la brecha entre pobres y ricos que día a día se ahonda. De la peste que desprende el cadáver de los corruptos, que contamina los escasos vientos de inocencia y felicidad que soplan en España. Podría decirte que, estés o no de acuerdo con los indignados, ayer no hubo una noticia más importante en nuestro país que el hecho de que la gente respira cambio, pide cambio, exige cambio y camina por el cambio. La misma noticia que estaba ausente de tu portada.

Podría hablarte de todo ello, pero sería inútil, porque todo eso ya lo sabes.

O tal vez no. He intentando preguntártelo en tu cuenta de Twitter, pero no contestas nunca. Es una cuenta de sólo ida, al parecer. Durante el último mes sólo has respondido un tuit, y era de Javier Solana. Curiosamente, alguien poderoso fue el único digno de tu atención.

Me duele aún más tener que escribir esto, porque tu diario siempre se ha portado bien con mi carrera literaria. Porque tengo muchos amigos en Miguel Yuste. Porque durante mucho tiempo admiré esa cabecera. Porque lamento cómo cada día los medios se quejan más de cómo pierden audiencia en detrimento de los blogs e internet.

Me duele pero hoy has hecho más pequeños mis sueños, y tenía que decírtelo.

Un fuerte abrazo,
Juan Gómez-Jurado

Yo por mi parte hace meses que no compraba El País, pero desde este momento también voy a dejar de consultar su edición digital. Es tan cansado ver cómo todo gira en torno al dinero... De verdad creo que el periodismo que pierde su compromiso ético con la información y el pueblo al que informa se convierte en un complice perfecto de la mentira y el engaño. ¡Todo se impregna de falsedad, todo se pudre. Unos que no nos representan, otros que no nos informan, otros que no nos escuchan... Pues nos van a ver.

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