Acabo de encontrarme con esta foto acompañada del siguiente comentario:
"No voy a hacer más que publicar esta foto.
Fue abandonado el día de Reyes así como lo veis. Atado a su saco de pienso. Tres meses tiene. Lloraba y tiritaba de frío.
Sólo yo, sé lo que le deseo a quién le hizo esto.
Sólo yo, sé las consecuencias de este acto si lo llego a ver cómo lo hace.
Para los demás, deciros que ya está en un hogar"
Las personas no somos mercancías que se compran y se venden. Los animales tampoco. Quien abandona un animal también abandona su alma y cualquier rastro de humanidad que pudiera tener: ese saco de pienso tiene ya más valor que el saco de carne con patas que lo abandonó.
viernes, 9 de enero de 2015
Abandonar un animal / Abandonar el alma
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario