Cuentan que en la antigua Roma los emperadores regalaban trigo y entradas para el circo con la intención de mantener al pueblo distraído de la política. Desde entonces el circo ha cambiado un montón -los gladiadores han sido sustituidos por acróbatas y trapecistas- pero la política no tanto -los emperadores han sido sustituidos por payasos demócratas-. Basta echar un vistazo a las noticias que llegan desde dos naciones hermanas como España y Argentina, que aunque separadas por un océano se han visto unidas recientemente por el insólito afán de sus gobernantes por mantener entretenido al personal a base de circo -en su polifacética versión posmoderna- cueste lo que cueste.
Pero el precio fijado por los jerifaltes de este circo globalizado no es precisamente de rebajas: 111 millones de euros al año va a costar a los argentinos tener fútbol gratis por televisión; mientras los valencianos van a gastar 90 millones de euros para que la Formula Uno siga vendiendo humo echando humo por su ciudad.
¿Y qué pasa con la crisis? ¿No es ahora momento para la austeridad (con lo que le gusta esta palabra a la derecha española) y priorizar cuidadosamente los gastos? Resulta indignante ver cómo Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, contradice sus declaraciones anteriores ("este evento no costará un sólo euro a los valencianos") y autoriza un enorme gasto con el que busca mantener lo que para la ciudad no es más que un -tan carísimo como dudoso- tratamiento estético a base de ahumados que -supuestamente- atraerá a Valencia al pijerío de medio mundo. O sea, que Camps cree que el circo nos traerá el pan. Pero muchos opinan que no hay pan que pueda ser bueno siendo tan caro.
Mientras en Argentina la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no ha dudado en autorizar un gasto aún mayor (111 millones de euros) para el circo nacional (el fútbol) mientras a muchos les falta el dinero hasta para el indispensable "pan". Y es que en algunas zonas de Argentina el hambre hace estragos. En la provincia del Chaco por ejemplo un 35% de los niños sufre malnutrición. ¿Cómo celebrarán los goles estas gentes abandonadas sin futuro ni nada que llevarse a la boca?
(*) Fotografías de Agencia EFE y diario El Mundo
martes, 1 de septiembre de 2009
Pan y Circo
Publicado por Víctor Aranda García
Etiquetas: Argentina, Formula Uno, fútbol, politicos, Valencia
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