"Aún no puedo creerlo: siempre saludaba cuando me lo cruzaba en la escalera". Hace años esto era lo más que se escuchaba decir a la gente en los informativos, la opinión de la vecina del primero A sobre su vecino asesino en serie del cuarto B.
Ahora en cambio sale la tira de gente opinando del paro, el tiempo, Obama o la evolución del PIB. Las noticias llegan rebozadas de gente diciendo cosas, cualquiera diría que se ha "democratizado" la información, que son más plurales los telediarios: ¿acaso no se escuchan más voces que antes? Cada voz se antoja una respuesta cercana, imparcial y en tiempo real a lo que se nos está contando: ¡parece que por fín se nos escucha! En las tertulias y debates ocurre algo parecido: se evita el discurso, la comunicación unívoca en las formas frente al formato del diálogo, mucho más eficaz pues incluye recursos de comunicación emocionales, y en apariencia menos preparados, casuales y cercanos, más creibles y propios, casi como de la familia. Bien sabe el cuarto poder lo del cuarto mandamiento.
Ahora en cambio sale la tira de gente opinando del paro, el tiempo, Obama o la evolución del PIB. Las noticias llegan rebozadas de gente diciendo cosas, cualquiera diría que se ha "democratizado" la información, que son más plurales los telediarios: ¿acaso no se escuchan más voces que antes? Cada voz se antoja una respuesta cercana, imparcial y en tiempo real a lo que se nos está contando: ¡parece que por fín se nos escucha! En las tertulias y debates ocurre algo parecido: se evita el discurso, la comunicación unívoca en las formas frente al formato del diálogo, mucho más eficaz pues incluye recursos de comunicación emocionales, y en apariencia menos preparados, casuales y cercanos, más creibles y propios, casi como de la familia. Bien sabe el cuarto poder lo del cuarto mandamiento.
Y que el NO-DO es menos NO-DO si es uno el que dice NO y otro el que dice DO.
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