Sacarle las tripas a una montaña y meterse dentro del hueco resulta que es un "homenaje a la tolerancia". Muy bonito, pero un poquito caro el tributo: nada menos que 76 millones de euros costaría la broma, un antiguo proyecto de Chillida para la motaña de Tindaya al que el Gobierno canario dio ayer el visto bueno definitivo. Por supuesto no justifican el proyecto por el concepto sino por el turismo que atraerá la cueva de diseño ésta... Pero a ver: ¿qué homenaje a la tolerancia es que vengan miles de turistas a meterse en un agujero con forma de cubo y decir luego que se han sentido muy zen? Me encanta el arte, ¡me dedico a ello! pero esto es un verdadero despropósito, y que digan que millones de toneladas de escombros, las voladuras, la maquinaria pesada, y la afluencia posterior de turismo tendrá un impacto nulo en el paisaje natural de la zona es de risa.
A continuación pongo la noticia sobre el tema publicada hace unos días por Sofía Menéndez en El País.
La idea de Eduardo Chillida de horadar un cubo de grandes dimensiones en el interior de la montaña de Tindaya, en Fuerteventura, podría verse plasmada sobre el terreno a partir de febrero de 2009, según declaraciones realizadas ayer por el Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel. Según el documento de Impacto Ambiental, el presupuesto de realización de la obra es de 76 millones de euros. La población de la isla está dividida a la hora de valorar el proyecto. En una comparecencia parlamentaria, informa Efe, Berriel indicó que la obra comenzará cuando concluya el periodo de licitación. Así como la aprobación definitiva de las normas de conservación de la montaña prevista para octubre del presente año.Berriel señaló en su comparecencia que en breve se formalizará la Fundación que se encargará de la licitación y control de la ejecución y gestión del Monumento a la Tolerancia, y para su constitución se han mantenido conversaciones con la familia del escultor donostiarra, el Cabildo de Fuerteventura y el Ayuntamiento de La Oliva. El consejero canario afirmó que el proyecto de Chillida contará con una declaración de impacto ambiental que garantizará una construcción viable que conserve intacto el paisaje natural del espacio.La citada declaración cuenta con alegaciones de numerosos grupos ecologistas y del concejal verde del Ayuntamiento de La Oliva, José Luis López, que considera el proyecto inviable al tener que llevarse a cabo voladuras.Desde un principio el ejecutivo canario dotó cuantiosamente el proyecto; unos 3.500 millones de las antiguas pesetas se perdieron en los primeros trámites sin que hasta el momento nadie en Canarias haya podido determinar ni dónde están ni quién es el responsable de semejante perdida. La idea de horadar Tindaya quedó entonces temporalmente abandonada.Una vez que Eduardo Chillida y su asesor técnico, el ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez, hubieron fallecido, el Gobierno Autonómico insular encargó a Estudios Guadiana, que dirige Lorenzo Fernández Ordóñez, hijo del ingeniero, la realización de un estudio de viabilidad técnica que se realizó en el año 2005 y cuyo resultado dejaba abierta la posibilidad de llevar a cabo la obra, si bien haciendo una serie de modificaciones en el tamaño y en la idea original de Chillida que señalaban la necesidad de realizar una estructura interna que aguantara el enorme peso de la montaña.La población de Fuerteventura está dividida en cuanto al sentido de dicho proyecto. Mientras unos opinan que la realización de la idea representa un gran beneficio económico para la isla, que actualmente atraviesa una importante crisis turística, otros sostienen que detrás del proyecto sólo hay desde un principio interesés economicos y que antes de gastar tal cantidad en realizar la cavidad ideada por Chillida en la montaña sagrada de Fuerteventura deberían solucionarse los gravísimos problemas de infraestructuras educativas, sanitarias, energéticas, y de toda indole, que tiene la isla.Varios miembros del Gobierno de Canarias han declarado recientemente que la crisis de la construcción privada debe ser atenuada mediante la realización de obra pública. Dada la enorme cuantía necesaria para la realización del proyecto del escultor, el Gobierno Autonómico podría ceder durante 50 años beneficios de explotación del monumento a las empresas constructora que llevarán a cabo su realización.
martes, 5 de febrero de 2008
Memez al Cubo
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