martes, 16 de septiembre de 2008

Ecologismo es Evolución

En defensa del ecologismo como una evolucion natural imprescindible para la sociedad.

Aunque a algunos les pueda sorprender el fín del ecologismo no es desmontar la sociedad moderna y que volvamos a vivir en una cueva a alimentarnos de lo que crezca por el suelo como hace 50.000 años. El ecologismo en absoluto pretende una involución de la sociedad. Al mismo tiempo los ecologistas somos conscientes de que la idea última del capitalismo tampoco es convertirnos en un ejercito de consumidores autómatas e insaciables para acabar con el medio natural y extinguir a todas las especies "inútiles". El ecologista no sólo siente, también piensa.

Y aunque a algunos les parezca increíble, el ecologista también es una persona que quiere vivir bien, comer bien, un techo donde cobijarse, sanidad y educación para sus hijos. En ese sentido el ecologista sabe que la buena marcha de la economía no sólo es importante, sino fundamental para el desarrollo y la supervivencia del denominado "estado del bienestar": sin dinero no hay servicios públicos. El ecologista aprecia este estado del bienestar, y también quiere preservarlo.

Y esto es porque en realidad no hay egoísmo alguno en la causa ecologista. Al contrario: esa naturaleza que defiende, esos bosques, los animales, son patrimonio de todos, aunque el desarrollo de la sociedad nos haya alejado de tal manera del medio natural y su conocimiento -más allá de su valor como decorado o provisión- que es normal que la mayoría hayamos terminado por ver nuestro patrimonio natural como algo lejano, difuso y carente de valor, cosa de otros, como el Amazonas o las ballenas.

"Al final serán ellos o nosotros", he llegado a escuchar. Pero, ¿cómo podría haber un nosotros sin ellos? ¡Hasta ese punto nos hemos distanciado de la realidad! Incluso obviando la involución ética que supone el desprecio no sólo a las vidas particulares sino a la existencia misma del resto de especies no hemos de olvidar que también nosotros somos y seguiremos siendo naturaleza, que también nosotros somos y seguiremos siendo parte de un ecosistema global de cuyo equilibrio depende nuestra supervivencia. Precisamente el ecologista lucha por la supervivencia de ese ecosistema global que nosotros mismos hemos alterado gravemente.

Así que el ecologismo no es un freno, ni mucho menos una involución. Es, como digo, una evolución natural e imprescindible del pensamiento, una ideología que alerta y reniega de esa vía única por la que se conduce a la sociedad a la que sólo le preocupa la marcha de la economía a corto plazo, una alternativa lógica a un sistema que conduce al desastre por el agotamiento de los recursos.

Demostrado está que el mundo es finito, y que lo estamos finiquitando como un cáncer acaba con el organismo del que nace. Es curioso ver como el rey de la creación reniega de los valores por los cuales fue coronado -pensamiento y consciencia- y ha terminado comportándose como la plaga más brutal y embriagada que jamás haya existido.

Es por ello que entiendo que el ecologismo no es una moda, que no es una opción. El ecologismo quiere y debe conducir a la sociedad por otro camino más racional y consciente si es que de verdad queremos que la sociedad siga avanzando. ¿Han oído hablar de sostenibilidad? El ecologismo es la evolución necesaria.

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Más impuestos al CO2

El Gobierno español negocia con los ayuntamientos que el impuesto de circulación se incremente según las emisiones de CO2 de cada vehículo.

El impuesto de circulación, el que cada año pagan los conductores a su ayuntamiento en función de la potencia del coche, cambiará en breve. La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha pedido al Ministerio de Hacienda que el impuesto pase a depender de las emisiones de dióxido de carbono (CO2 ), para que los alcaldes tengan las manos libres para gravar los vehículos más contaminantes, como los todoterreno. El ministerio ha contestado que lo hará y que reformará la Ley de Haciendas Locales.

Este impuesto se sumará así al de matriculación, que desde enero depende de las emisiones, lo que ha supuesto un aumento del 43,2% de la venta de vehículos que emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, y que quedaron exentos del tributo.

En su propuesta, la Federación de Municipios afirma: "El principal problema derivado del uso de vehículos a motor en nuestros días es el de la congestión urbana" y que su objetivo es "disminuir el uso de los automóviles". Para ello pide que el impuesto tenga "un papel mucho más activo en la prevención del impacto ambiental de los vehículos, por lo que la tarifa debe adecuarse a esta circunstancia". También ha pedido que la reforma "preserve los ingresos municipales y, simultáneamente, no desincentive la renovación del parque de vehículos".

El impuesto depende ahora de la potencia del coche. La Ley de Haciendas Locales da unos límites a su importe, pero puede variar en un 100% de una ciudad a otra. Aunque la negociación sobre la reforma está empezando y aún falta tiempo para concretarla, Hacienda acepta el compromiso de que "el impuesto estará en función de variables ambientales".

La Federación de Municipios ha propuesto también que el impuesto se pague en "el lugar donde el sujeto pasivo tenga la residencia habitual, su domicilio social, la sede efectiva de sus negocios o la mayor parte de los activos". Actualmente se tributa en el ayuntamiento al que corresponde el domicilio que consta en el permiso de circulación. La patronal del automóvil, Anfac, no está contra la reforma "siempre que no suponga un aumento de la presión fiscal del automóvil ni premie una tecnología sobre otra". Estas recomendaciones de Anfac ya fueron tenidas en cuenta cuando se reformó el de matriculación, que bajó el impuesto a los menos contaminantes y lo subió a los que más emiten.

Pero la iniciativa no está exenta de obstáculos y tendrá que dar solución a un aspecto técnico importante: cómo gravar los vehículos del parque móvil circulante, que no poseen homologación de emisiones, ya que en la ficha de los vehículos más antiguos este parámetro no consta. Por tanto, deberá buscarse un sistema para aplicar este impuesto al parque más viejo, que generalmente consume más y emite más gases contaminantes que los vehículos modernos.

Para el diputado de ICV, Joan Herrera, que negoció con el Gobierno la reforma en la pasada legislatura, el cambio de impuesto es una buena medida, "siempre que se haga bien y sirva para desincentivar la compra de los vehículos más contaminantes".

El impuesto de circulación no afecta tanto a las compras como el de matriculación, ya que se paga año a año y no al adquirir el vehículo. Con todo, la reforma de los dos impuestos, la subida del precio del carburante y la crisis económica acabarán haciendo mucho más atractivos los vehículos ecológicos.

Ningún ayuntamiento parece tener claro por el momento cómo articulará el tributo tras su aprobación y todos prefieren esperar a conocer la redacción definitiva que saldrá de Hacienda. Un portavoz del Consistorio madrileño señaló ayer que la medida "se ve bien, porque está en la línea de la normativa europea", que prima al vehículo más limpio frente a los que emiten más CO2 . "Estamos de acuerdo con el espíritu de la reforma, pero vamos a esperar".

Fuentes del Ayuntamiento de Sevilla confirmaron por su parte que la futura reforma del impuesto de circulación no se ha abordado, "porque aún se están elaborando las ordenanzas municipales".

El concejal de Hacienda de Valencia, Silvestre Senent, afirmó que la modificación del impuesto de circulación para adaptarlo a las emisiones contaminantes "habrá que estudiarla con lupa", ya que exigiría una homologación de las características de los coches por parte del Ministerio de Industria. Senent, además, apunta que la medida afectaría a personas "de rentas más bajas", propietarios de los vehículos más antiguos, en un momento de crisis económica. En todo caso, el ayuntamiento ya ha decidido que el año que viene no subirá este impuesto, "ni siquiera el IPC", informa Sara Velert.

En otros puntos de España, como Zaragoza, el Ayuntamiento decidió hace ya algún tiempo anticiparse al incentivo de los coches menos sucios y aplica una bonificación del 50% de este tributo durante cuatro años naturales desde su primera matriculación a los vehículos híbridos y eléctricos y a los convencionales que demuestren una mayor eficiencia.


* (Noticia publicada por Rafael Méndez y Elsa Granda en el diario El País)

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jueves, 11 de septiembre de 2008

La cohartada ecologista

Poco ha tardado el gremio publicitario en añadir el ecologismo a la peculiar gama de maquillajes que utilizan en sus anuncios. Por obra y gracia del cambio climático ahora lo verde vende, y son ya muchos los lobos que encuentran en este verde una perfecta piel de cordero con la que camuflar su oscura realidad. De esta manera, con brocha gorda, mucho morro, y ningún rubor los publicistas pintan de verde los gases de los últimos modelos de coche, la carbonilla de Endesa, al petrolífero Repsol, y las últimas inversiones de Siemens. A este respecto recomiendo leer el magnífico informe elaborado por Pedro Prieto para Ecologistas en Acción: "Un fantasma recorre Europa: el fantasma del ecologismo".

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martes, 9 de septiembre de 2008

Un paso atrás

La próxima regulación fotovoltáica podría frenar el desarrollo de la tecnología solar en España.

España debe mantener su apuesta por ser uno de los líderes mundiales en el desarrollo de la fotovoltaica, una de las fuentes de energía con mayor potencial de todas, y una de las mejores opciones del país para luchar contra el calentamiento global y disminuir su dependencia energética.

Por ello, el Gobierno debe modificar su propuesta de nueva regulación para la energía fotovoltaica, ya que conllevará, en caso de aplicarse tal y como está, una drástica reconversión sectorial que pone en peligro la viabilidad de numerosas empresas y de miles de puestos de trabajo asociados a ellas.

El propio presidente del Gobierno ha afirmado en el discurso de investidura y en otras muchas ocasiones el compromiso del Gobierno en convertir a España en líder mundial en energías renovables y en favorecer a los sectores que pueden encabezar el desarrollo tecnológico que tanto se necesita.

La Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), Comisiones Obreras (CC OO), Ecologistas en Acción, Greenpeace, la Unión General de Trabajadores (UGT) y WWF-Adena instan al Gobierno a modificar su propuesta de nueva regulación para la energía solar fotovoltaica, de modo que se evite un grave golpe a un sector caracterizado por su dinamismo e innovación, que puede provocar el cierre de numerosas empresas –con efecto sobre miles de empleos–, y es un insólito paso atrás en la lucha contra el cambio climático.

Entre otros aspectos rechazables, la propuesta del Gobierno limita el volumen del mercado solar a sólo 300 MW durante 2009, un 70% menos del volumen de mercado que está teniendo entre enero y septiembre de este mismo 2008.

Este brusco descenso de actividad, contrario a la política de fomento de las energías renovables y a la defensa del medio ambiente, supondrá un duro golpe al sector fotovoltaico español que las organizaciones firmantes del presente Comunicado de Prensa consideran innecesario y excesivo.

Por otro lado, es esencial que el Gobierno aporte una solución válida para evitar que las instalaciones en construcción que no lleguen a acogerse a la regulación actual cubran el cupo que la propuesta de nueva regulación asigna para 2009, provocando la parálisis del mercado fotovoltaico nacional hasta 2010.

Las organizaciones firmantes del presente Comunicado de Prensa pedimos una regulación que garantice el desarrollo a futuro de la energía fotovoltaica, porque ello constituye una excelente oportunidad para fortalecer el importante potencial tecnológico existente en el sector de las energías renovables en España, aportando valor añadido a nuestra industria y generando empleo de calidad.

Fuente: ADENA (WWF)

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viernes, 5 de septiembre de 2008

La Carne y el CO2; la Ética y el Instinto

La ganadería genera más emisiones de dióxido de carbono que la industria del transporte.

En España, un país con un desarrollo medio-alto de su sector ganadero, el 11% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero son generadas por la producción de carne para consumo humano. La Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) señala además en un informe que la ganadería no sólo contamina el aire, sino también la tierra y los depósitos de agua subterránea.

La FAO viene alertando de este problema desde hace décadas, pero hasta ahora no se han tomado medidas, y el problema se agrava conforme los países en desarrollo van ganando en prosperidad y "gracias" a la globalización no dudan en adoptar costumbres y valores occidentales, como el consumo diario de carne y lácteos, de tal manera que la producción no ha parado de crecer. Actualmente se estima en unas 229 millones de toneladas anuales de carne, pero de seguir el ritmo actual de consumo esta cifra será duplicada en 2050.

Desgraciadamente el coste de ese crecimiento e industrialización del sector ganadero lo paga principalmente el medio ambiente. El uso de la tierra y cultivos para ganadería genera el 9% del total del CO2 derivado de las actividades humanas, pero además genera el 65% del óxido nitroso, un 37% del gas metano, y el 64% de amoníaco, contribuyendo todos ellos al fenómeno conocido como lluvia ácida. Estos gases proceden del estiércol, de los desechos y de los gases intestinales de estos animales.

Deforestación, contaminación de las aguas, y perdida de biodiversidad.

¿Sabías que el 33% de toda la superficie cultivable del mundo se destina ya a producir alimento para el ganado? En algunas zonas del mundo (como la selva amazónica), se está transformando la selva en terrenos cultivables, y cada día son deforestadas por esta razón decenas de miles de hectáreas en todo el mundo. Al mismo tempo, los rebaños causan una gran degradación de la tierra, y cerca del 20% de los terrenos de pasto son ya inutilizables por la compactación y erosión de la tierra que origina el pastoreo excesivo e intensivo. La situación es aún peor en las terrenos más secos, donde inapropiadas políticas y un mal manejo del ganado contribuye a acentuar el problema de la desertificación.

Otra amenaza oculta de la ganadería es que contribuye a la polución del agua con sus deshechos (estiércol y orines), los cuales vienen además acompañados por los antibióticos y las hormonas con que la ganadería industrial trata al ganado (lo cual es todo un problema en sí mismo). También son una fuente de contaminación los químicos que se utilizan para el teñido y curtido de los cueros, y los fertilizantes y pesticidas usados para pulverizar los campos con los que se alimenta el ganado.

La biodiversidad también se ve alterada por la presencia de ganado en amplias extensiones del planeta y su demanda de alimento: 15 de los 24 ecosistemas más importantes están seriamente dañados, y es evidente que la ganadería es la principal responsable.

Un problema ético.
Está claro que la producción de carne no sólo constituye un problema medioambiental, sino también ético, y esto sin siquiera entrar en el debate sobre el maltrato animal que esta industria ganadera lleva a cabo. La cuestión es: ¿vale la pena destruir parte del planeta para poder comer un trozo de carne o beber un vaso de leche, cuando existen formas alternativas para alimentarse? Es necesario racionalizar un consumo de carne que en la actualidad ronda los 90 kg por persona y año en los países ricos, cantidad que excede ampliamente la necesidad de proteinas considerada como óptima.

Así que lo razonable sería una reducción de la presencia de carne en muestra dieta diaria, y cuando la comamos mejor si nos aseguramos de que la carne sea de producción local, alternando además las especies que consumamos.

La alternativa vegetariana.
Entiendo que no todo el mundo esté dispuesto a dejar de consumir carne, pero si de verdad te gusta comer apreciarás probar otros platos y una mayor variedad en tu dieta. Y comer menos carne te ayudará a descubrir esa inmensa variedad de platos e ingredientes que aún no has tenido orpotunidad de degustar.

Existen muchos restaurantes especializados en cocina vegetariana, así como miles de libros con recetas, e infinidad de sitios de internet donde descubrir por tí mismo todos los sabores que te estabas perdiendo al comer carne con demasiada frecuencia. Yo mismo hace ocho años que decidí no volver a consumir carne, y sigo haciendo deporte y disfrutando de la comida como antes.

Instinto trágico.
A todos aquellos que citan el sabor de la carne como la razón principal para no dejar de comerla les haría una pregunta: ¿seguirías comiendo jamón si supieras que en realidad para elaborar lo que comes han utilizado carne humana? Seguro que no. ¡Pero si el sabor es el mismo! ¿Es entonces el sabor lo más importante a la hora de comer, o no? Así que también estamos condicionados a la hora de alimentarnos por la educación, la cultura, la moral.. ¿Hay entonces una ética por encima de tu instinto? Pues acuerdate de ella cada vez que comas, ya que es precisamente esa ética la que te hace persona y te distingue del animal, no tu instinto. Piensa en ello... y sal del rebaño.

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Mas datos sobre el calentamiento global

A todos aquellos que siguen desprestigiando o incluso criminalizando a los que defendemos la causa ecologista y cuestionando hasta lo más obvio lo mejor es responderles con datos, estudios, y ciencia. Aquí pongo las conclusiones de una investigación llevada a cabo por cuatro universidades de Estados Unidos, según la cual la pasada década habría sido la más calurosa de los últimos 1.300 años en el hemisferio norte.

Un record de temperatura sin precedentes que se extendería incluso hasta hace 1.700 años si consideramos otras investigaciones llevadas a cabo con los anillos de los árboles, aunque este es un sistema de análisis con el que algunos científicos discrepan, pues los cambios en las dimensiones de los anillos podrían deberse a otras causas. Es por ello que los investigadores han realizado el nuevo estudio sin tener en cuenta los árboles, y han conseguido resultados muy similares.

Las conclusiones actuales, realizadas con técnicas que hace una década no existían,
señalan con una precisión mucho más sofisticada y hasta ahora desconocida la temperatura que hubo en plazos muy largos de tiempo, corroborando en cualquier caso los datos de anteriores investigaciones en las que sí se tuvo en cuenta los análisis de los anillos de crecimiento de los árboles.

El equipo investigador ha estado formado por expertos de cuatro universidades y centros de EEUU, y se formó a instancias del Consejo de Investigación Nacional, quien sugirió la necesidad de revisar las temperaturas de los últimos 2.000 años sin considerar los anillos de los árboles. Las conclusiones se han publicado esta semana en la edición electrónica de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Esta investigación ha contado con el apoyo de la Fundación Nacional de la Ciencia, el Ministerio de Energía y la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA).

Personalmente y con los datos en la mano creo evidente que ya nadie con un mínimo de sentido común puede seguir hablando de alarmismo, y que todos deberíamos empezar a considerar y poner en práctica el principio de precaución.

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jueves, 4 de septiembre de 2008

Indecente, pero cierto

Según un estudio la mitad de los alimentos producidos en el mundo acaban en la basura.

El estudio ha sido realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), el Instituto Internacional del Agua y el IWMI (Internacional Water Management Institute), y sus conclusiones son claras: cerca de la mitad de los alimentos producidos en todo el mundo se desperdician.

Ya lo decía Ghandi: "En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos".

Mala gestión de los recursos.
Queda claro según los datos del estudio que el problema de la actual crisis alimentaria no está en la producción, sino en la gestión del suelo y los recursos. Que la mitad de la producción mundial de alimentos acabe en la basura no es sólo una indecencia moral, sino una forma absurda de derrochar energía (cultivo, procesado y transporte) y recursos naturales (agua y deforestación).

Para cambiar esta situación es necesario mejorar la productividad del agua, frenar el despilfarro, cambiar los hábitos alimenticios y optimizar la producción de alimentos, entre otras medidas. Otra buena idea -aunque algo utópica, tal como están las cosas- sería informar al consumidor a través del etiquetado acerca de la cantidad de agua utilizada para producir los alimentos que vamos a comprar: quizás a alguno le sorprenda saber que para producir un kilo de carne de vaca se necesitan 23.463 litros de agua, pero así es.

Hay que frenar este derroche irracional.
Como conclusión, los autores hacen un llamamiento a la comunidad mundial para que se reduzca este derroche de alimentos y agua a la mitad para el año 2025. Una meta difícil, en mi opinión, cuando vivimos en un sistema que abarata el coste de los alimentos cuando se aumenta la producción, lo que conduce al derroche inevitablemente cuando lo único que se tiene en cuenta es el beneficio económico de las empresas productoras. ¿Cómo cambiar esto? Se me ocurre que habrá que encontrar una manera de penalizar el derroche, de pedir cuentas a la sobreproducción. Por ejemplo, no estaría mal que se obligara a los supermercados a bajar el precio de los alimentos conforme se acerque su fecha de caducidad. ¿No sería lógico? Seguramente los comercios harían esto de motu propio si tuvieran una penalización por los productos que no consigan vender: esto es, adecuarían de forma más eficiente su oferta a la demanda.

Desgraciadamente el capitalismo tiene su propia lógica, y la mayoría de las decisiones políticas están contaminadas por su irracional dinámica. Vivimos inmersos en una sociedad que derrocha enormemente y a todos los niveles, pero no somos conscientes porque ya hemos adoptado estos usos y costumbres como normales, y simplemente nos dejamos llevar.

The Wall (all we are is just another brick in).
Pero yo me pregunto, ¿por qué es tan fácil cuestionar la existencia de Dios, y no la de este capitalismo? Como bien decía Él, su reino no es de este mundo, con más razón que un santo, porque el mundo es nuestro, es éste nuestro único reino sin rey: la tierra, los bosques, los mares... son nuestros, tuyos, míos, de todos. Eso es lo que pensamos los ecologistas, y por eso amamos la tierra, y queremos cuidarla y defenderla. Este capitalismo ha demostrado ser terriblemente nocivo para el medio ambiente y la biodiversidad del planeta, y de alguna manera habrá que reconducirlo... ¿O vamos a esperar a que un gran cataclismo o una revolución social en el 3er mundo empuje nuestros acomodados culos para empezar a movernos?

Infórmate, piensa, y actúa en consecuencia. Te darás cuenta de que ser ecologista no es una opción, si realmente tienes el pensamiento libre, y la capacidad de amar.

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miércoles, 3 de septiembre de 2008

R + R + R

Algo tan sencillo y cotidiano como tomar un café puede servir de punto de partida para explicar, de lo concreto a lo general, las tres R del consumo racional, esto es, Reutiliza, Repara, Recicla.

Bien, digamos que nos hemos preparado un café. Ahora la cafetera está aparentemete sucia, y a no ser que la limpiemos y la volvemos a llenar de agua y café no va a funcionar. ¿La tiramos entonces a la basura por inútil? Vaya estupidez, ¿verdad? Claro: basta lavarla un poco para que vuelva a sernos de utilidad, porque no vamos a comprarnos una cafetera nueva cada día. O sea, que la vamos a reutilizar. Pero, ¿y si empieza a soltar agua cada vez que la usamos por alguna avería? Lo más fácil y rápido será que la intentemos reparar: ¿quién sabe?, quizás baste con ajustar un poco mejor la junta de goma. Finalmente, caso de que la reparación sea imposible, o caso de que cueste más que una nueva, entonces no dudaremos en comprarnos otra y llevar la estropeada a reciclar para que sus componentes puedan ser reutilizados.

Creo que esto de la cafetera lo entendería hasta un niño de tres años, y puede extrapolarse a cualquier objeto de consumo.

¿Los problemas existen aunque no los veamos?

Yo diría que sí, y si no que se lo pregunten a alguien con dolor de muelas... o un cáncer.

Cada noche la basura desaparece rápidamente de nuestra vista y se acumula en vertederos o se incinera, siempre lejos de las ciudades... ¡Nadie quiere la basura cerca! Es fea y huele mal, pero aunque ya no podamos ver su degradación ni oler su podredumbre esa producción de residuos sigue siendo un problema grave, a nivel local, y sobre todo a nivel global.

Precisamente una de las funciones del reciclaje es reducir la cantidad de basura que finalmente llega al vertedero o se incinera. Y es que al reciclar hacemos algo tan simple como reutilizar los materiales de los que se compone aquello que ya no nos es útil, esto es, la basura reciclable. De esta manera además, al aprovechar esos materiales útiles para la producción de bienes, reducimos la necesidad de obtenerlos de la naturaleza, esa naturaleza sobreexplotada a la que tampoco vemos ni oímos quejarse. ¿Has oído alguna vez aquello de que las madres sufren en silencio por sus hijos? Tal es el grado de ofensa e indignidad con el que la tratamos que no me extrañaría que llegara el día en el que los monos se levantaran asqueados y chillando de rabia si alguien en su presencia mencionara a Darwin.

Reutilizar, reparar, reciclar, tres R que a mí para terminar me sugieren tres calificativos que también empiezan por R: responsable, racional, rentable. Cumplir estas normas tan sencillas es responsable, pues lo hacemos considerando las consecuencias de nuestras acciones; es racional, pues es inteligente y lógico gestionar mejor y de forma más eficiente nuestro consumo; y es también rentable, pues reutilizamos lo que es útil y así ahorramos residuos, recursos, y dinero.

Recuerda: piensa globalmente, actúa localmente. Reutiliza, repara, recicla... y reduce tu consumo de esos bienes que no son imprescindibles. ¡La mayoría no lo son!

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martes, 19 de agosto de 2008

Consumo responsable

Seguramente esta crisis que estamos atravesando llevará a algunos a cambiar algo sus habitos de consumo, aunque sólo sea por reducir el gasto en el hogar y poder así llegar a fín de mes. En la web de soitu nos proponen varias sencillas medidas para que nuestro consumo de bienes y energía sea menos perjudicial para el planeta y algo menos doloroso para nuestro bolsillo en un nuevo artículo muy recomendable titulado Otra forma de Consumir.

No hay duda de que se trata de uno de los principales retos a los que nuestra sociedad se enfrenta si de verdad queremos hacer algo por evitar el agravamiento del cambio climático y que no siga empeorando la salud de nuestros ecosistemas: ejercer el consumo de una forma más consciente y consecuente. Personalmente yo resumiría en tres los factores más importantes para llevar a efecto un verdadero cambio en nuestros hábitos de consumo: información, responsabilidad, y demanda. La Información para conocer qué compramos, dónde y cómo se ha obtenido lo que compramos, etc: ésta es la base, el conocimiento de los bienes de consumo desde su producción hasta su llegada al consumidor. Luego hemos de actuar con responsabilidad para ejercer nuestro consumo conociendo y asumiendo las consecuencias de éste: en nuestra mano está evitar el derroche de bienes, el gasto innecesario, la injusticia social derivada del consumo de productos obtenidos en países donde no se garantizan los derechos de los trabajadores, o provenientes de cultivos transgénicos, por ejemplo. Por último, la demanda a nuestros comerciantes de una información veraz y completa sobre lo que consumimos, la exigencia a nuestros políticos para que garanticen que esta información esté disponible y que controlen el fraude, así como que exista la disponibilidad de productos alternativos y ecológicos para poder de verdad ser libres como consumidores.

¿Sabes que piensan las multinacionales sobre el consumo? Pues que El secreto está en la masa. Así, como suena: está claro que el secreto de su éxito comercial se basa en que todos sigamos dejando la cabeza en casa cuando salimos a comprar y nos comportemos como una masa, ejerciendo un consumo borreguil mediatizado por la publicidad y los medios, embrutecidos, seguidistas, y tan irracionales como sólo la masa, una masa inerte e inconsciente puede serlo.

Recuerda: deja la masa para las pizzas, y consume como un ser humano. Juntos podemos cambiar las cosas.

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domingo, 17 de agosto de 2008

The Future of Food

A veces la televisión olvida su embrutecedora misión y deja escapar algún destello de interés entre tanta basura irreciclable. Sin ir mas lejos ayer noche La2 emitió The Future of Food, un brillante y esclarecedor documental sobre los transgénicos que recomiendo ver a todo aquél que se lo perdiera (que temo seáis muchos, ya que un sábado en pleno agosto y a medianoche poca gente lo vería aparte de mí y algún otro tipo raro con poco sueño y ningún dinero). Casualmente varias de las cuestiones de las que hablaba en el anterior post aparecen magníficamente reflejadas en las imágenes de este film, algunas tan inquietantes como las estrechas relaciones entre el poder político estadounidense y la multinacional Monsanto, una empresa que a través de los transgénicos parece querer poner a sueldo a los agricultores del mundo entero.

The Future of Food puede encontrarse en DVD, o en internet doblado al castellano aquí.

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