martes, 16 de septiembre de 2008

Más impuestos al CO2

El Gobierno español negocia con los ayuntamientos que el impuesto de circulación se incremente según las emisiones de CO2 de cada vehículo.

El impuesto de circulación, el que cada año pagan los conductores a su ayuntamiento en función de la potencia del coche, cambiará en breve. La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha pedido al Ministerio de Hacienda que el impuesto pase a depender de las emisiones de dióxido de carbono (CO2 ), para que los alcaldes tengan las manos libres para gravar los vehículos más contaminantes, como los todoterreno. El ministerio ha contestado que lo hará y que reformará la Ley de Haciendas Locales.

Este impuesto se sumará así al de matriculación, que desde enero depende de las emisiones, lo que ha supuesto un aumento del 43,2% de la venta de vehículos que emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, y que quedaron exentos del tributo.

En su propuesta, la Federación de Municipios afirma: "El principal problema derivado del uso de vehículos a motor en nuestros días es el de la congestión urbana" y que su objetivo es "disminuir el uso de los automóviles". Para ello pide que el impuesto tenga "un papel mucho más activo en la prevención del impacto ambiental de los vehículos, por lo que la tarifa debe adecuarse a esta circunstancia". También ha pedido que la reforma "preserve los ingresos municipales y, simultáneamente, no desincentive la renovación del parque de vehículos".

El impuesto depende ahora de la potencia del coche. La Ley de Haciendas Locales da unos límites a su importe, pero puede variar en un 100% de una ciudad a otra. Aunque la negociación sobre la reforma está empezando y aún falta tiempo para concretarla, Hacienda acepta el compromiso de que "el impuesto estará en función de variables ambientales".

La Federación de Municipios ha propuesto también que el impuesto se pague en "el lugar donde el sujeto pasivo tenga la residencia habitual, su domicilio social, la sede efectiva de sus negocios o la mayor parte de los activos". Actualmente se tributa en el ayuntamiento al que corresponde el domicilio que consta en el permiso de circulación. La patronal del automóvil, Anfac, no está contra la reforma "siempre que no suponga un aumento de la presión fiscal del automóvil ni premie una tecnología sobre otra". Estas recomendaciones de Anfac ya fueron tenidas en cuenta cuando se reformó el de matriculación, que bajó el impuesto a los menos contaminantes y lo subió a los que más emiten.

Pero la iniciativa no está exenta de obstáculos y tendrá que dar solución a un aspecto técnico importante: cómo gravar los vehículos del parque móvil circulante, que no poseen homologación de emisiones, ya que en la ficha de los vehículos más antiguos este parámetro no consta. Por tanto, deberá buscarse un sistema para aplicar este impuesto al parque más viejo, que generalmente consume más y emite más gases contaminantes que los vehículos modernos.

Para el diputado de ICV, Joan Herrera, que negoció con el Gobierno la reforma en la pasada legislatura, el cambio de impuesto es una buena medida, "siempre que se haga bien y sirva para desincentivar la compra de los vehículos más contaminantes".

El impuesto de circulación no afecta tanto a las compras como el de matriculación, ya que se paga año a año y no al adquirir el vehículo. Con todo, la reforma de los dos impuestos, la subida del precio del carburante y la crisis económica acabarán haciendo mucho más atractivos los vehículos ecológicos.

Ningún ayuntamiento parece tener claro por el momento cómo articulará el tributo tras su aprobación y todos prefieren esperar a conocer la redacción definitiva que saldrá de Hacienda. Un portavoz del Consistorio madrileño señaló ayer que la medida "se ve bien, porque está en la línea de la normativa europea", que prima al vehículo más limpio frente a los que emiten más CO2 . "Estamos de acuerdo con el espíritu de la reforma, pero vamos a esperar".

Fuentes del Ayuntamiento de Sevilla confirmaron por su parte que la futura reforma del impuesto de circulación no se ha abordado, "porque aún se están elaborando las ordenanzas municipales".

El concejal de Hacienda de Valencia, Silvestre Senent, afirmó que la modificación del impuesto de circulación para adaptarlo a las emisiones contaminantes "habrá que estudiarla con lupa", ya que exigiría una homologación de las características de los coches por parte del Ministerio de Industria. Senent, además, apunta que la medida afectaría a personas "de rentas más bajas", propietarios de los vehículos más antiguos, en un momento de crisis económica. En todo caso, el ayuntamiento ya ha decidido que el año que viene no subirá este impuesto, "ni siquiera el IPC", informa Sara Velert.

En otros puntos de España, como Zaragoza, el Ayuntamiento decidió hace ya algún tiempo anticiparse al incentivo de los coches menos sucios y aplica una bonificación del 50% de este tributo durante cuatro años naturales desde su primera matriculación a los vehículos híbridos y eléctricos y a los convencionales que demuestren una mayor eficiencia.


* (Noticia publicada por Rafael Méndez y Elsa Granda en el diario El País)

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