Según el Estudio Anual de la Fundación Affinity sobre Abandonos presentado el mes pasado, 109.000 perros y 24.000 gatos fueron recogidos por ayuntamientos y protectoras de animales de toda España el pasado año. En realidad los animales abandonados fueron muchos más, ya que muchos no son recogidos y quedan deambulando por las calles o mueren atropellados. Además, en el caso de los gatos hay que advertir de que muchos ayuntamientos ni siquiera los recogen, y por tanto no se contabilizan.
Es por ello que algunas asociaciones y protectoras han mostrado su malestar por la falta de colaboración de los servicios municipales de recogida de animales. "Ni pasan el lector de microchips, ni pasan información a las protectoras" -según explica la portavoz de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA)- a oesar de que "muchos de estos animales se han perdido y sus dueños los quieren recuperar".
Por desgracia todavía no existe ninguna legislación a nivel nacional que protega a los animales, sólo leyes autonómicas que de todas maneras se han demostrado insuficientes y muy poco ambiciosas si las comparamos con las que rigen en otros países europeos. Por eso hay que apoyar a asociaciones como Amnistía Animal o El Refugio que promueven iniciativas para conseguir que se establezcan unos mínimos de protección para los animales en todas las comunidades.
En cuanto a los motivos que llevan a una persona a abandonar al que antes era su animal de compañía, los hay muy variados y tan absurdos como las modas respecto a las razas de los perros, los cambios de vivienda, o la llegada de un hijo son algunas de las excusas que suelen ocultar en realidad una pérdida de interés por la mascota. Pero la principal causa de abandono sigue siendo el nacimiento de camadas no deseadas, a pesar de ser algo relativamente sencillo de evitar, por ejemplo con la esterilización.
Desgraciadamente los efectos de una sociedad extremadamente consumista como ésta se dejan sentir, y mucho. Todo se compra y se vende, de tal manera que el animal pasa a ser un bien de consumo más, un producto más de usar y tirar del que uno se puede deshacer sin remordimientos.
Recuerda que hay muchas opciones antes que abandonar a un animal a su suerte: busca alguien que quiera quedárselo, o llama a una protectora para que se hagan cargo. Pero quizás lo más importante sea pensarlo bien antes de tomar la decisión de tener un animal en casa, para no llegar al acto cruel e inhumano del abandono. Recuerda que él nunca lo haría.
Todos tenemos un corazón: ¡demuestra que sabes usarlo!
sábado, 9 de agosto de 2008
Ellos nunca lo harían
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